Roger Federer se encuentra en Australia, en el umbral de la disputa de la Copa Hopman, que se disputará entre el 29 de diciembre y el 5 de enero. El suizo es campeón defensor del certamen exhibición mixto por parejas y, en consecuencia, se embarcó en las actividades de promoción, entre ellas, jugar al tenis en la arena con niños o visitar un reconocido restaurant, donde vivió un momento tenso…
Es que la organización le acercó una langosta gigante para que Federer, de 37 años, se tomara una fotografía. El problema fue que, cuando le estaban indicando cómo tomarla para evitar accidentes, el crustáceo se movió bruscamente, asustando al tenista.
Posteriormente, el oriundo de Basilea logró domar a la langosta y posar con ella. Más tarde, se dio gusto de probar la preparación en una de las mesas de local gastronómico, con la vista paradisíaca de las playas de fondo.
Inoxidable, el suizo iniciará el 2019, su temporada N° 21 como profesional, en el tercer escalón del ranking ATP. Ostenta 99 títulos en singles. Y, claro, una langosta no le podía ganar.
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