La final más larga de la historia terminó con centenares de aficionados de River Plate inundando la emblemática Puerta del Sol del centro de Madrid para festejar una final de Libertadores inolvidable. Infobae tuvo acceso a la celebración de los hinchas del Millonario pasadas las dos de la mañana (horario en la Península Ibérica) en suelo español.
Cerca de 300 aficionados desafiaron a los 7 grados de temperatura para seguir animando desde el centro de la plaza con cánticos hacia el Pity Martínez, autor del tercer tanto en el Santiago Bernabéu. La estrella de Guaymallén aprovechó el pitazo final para admitir que en enero no seguirá en las filas de River Plate. Se despedirá disputando el Mundial de Clubes.
Las mayoría de canciones que entonaron los hinchas bonaerenses tenían un blanco evidente: Boca Juniors. Se acordaron de su archienemigo futbolístico con canciones irónicas, alguna ingeniosa en la que pedían guardar "un minuto de silencio".
También tuvieron palabras para la Conmebol y su cuestionable gestión del partido más importante de América, algo que también fue comidilla de periodistas entre bastidores.
La Puerta del Sol estuvo custodiada por dispositivos de seguridad que aseguraron el perímetro con ayuda de furgones del cuerpo nacional de policía. Banderas, paraguas, cánticos… y una bengala. La celebración de River fue educada, controlada y sirvió de ejemplo para los millones de argentinos que se quedaron con las ganas de volar a España. La noche transcurrió con relativa calma: medios de comunicación transmitiendo en vivo, hinchas cantándole a River con una cerveza en la mano, otros encaramados sobre vallas de dos metros izando banderas blanquirrojas… Junto a los paraguas con los colores del club de sus amores, los hinchas se hicieron notar con bombos y platillos, que golpearon al son de la música. Fue una verdadera fiesta.
Por desgracia para ellas, no pudieron festejar con sus ídolos, puesto que se demoraron hasta la 1:30 de la mañana en salir a zona mixta, duchados y ataviados con la camiseta de River por encima de la ropa. Nacho Fernández, Juanfer Quintero y el capitán, Leo Ponzio, fueron los que más paciencia tuvieron con las decenas de medios que poblaron la zona mixta en las entrañas del Santiago Bernabéu. Visiblemente cansados, los tres jugadores del Millonario recorrieron 30 metros respondiendo preguntas a medios digitales, radio, televisión y prensa escrita. Chapeau para ellos.
Siguiente objetivo: el Mundial de Clubes. Como dice la canción, toca cruza siete mares por ver a su equipo ser campeón. Ya espera el Real Madrid en una hipotética final en Abu Dhabi. De momento, a River le toca celebrar una victoria monumental.
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