(Desde Madrid) El día en que se supo que River Plate y Boca Juniors jugarían la final de la Copa Libertadores a doble partido, comenzó un debate recurrente en España. ¿Qué partido de aquí podría comparársele? La respuesta se construyó de manera automática: una final de Champions League entre FC Barcelona y Real Madrid, algo que nunca ha sucedido. El último culpable fue Álvaro Morata, que eliminó a su equipo del alma apoyado en Carlos Tevez en las semifinales de mayo de 2015 defendiendo los colores de la Juventus.
La realidad es que tienen cosas en común, pero los números están lejos unos de otros en cuanto a audiencias en el mundo entero, seguimiento en Internet, cotización de los clubes, presupuestos, títulos, calidad en el plantel… De acuerdo a los datos de Transfermarkt, el valor de mercado de los dos clubes de Buenos Aires combinados no suponen ni una quinta parte de la cotización de Real Madrid o Barcelona.
Un factor que iguala a Boca Juniors con merengues y culés es la edad media del plantel. El Xeneize combina a la perfección la juventud y el desparpajo de jugadores como Cristian Pavón, Sebastián Villa y Nahitan Nández (los tres de 22 años), con la experiencia de un puñado de futbolistas que superan la treintena. Cuatro de ellos con experiencias importantes en clubes potentes del panorama europeo: Pablo Pérez, Mauro Zárate, Fernando Gago y Carlos Tevez. River, por su parte, tiene en Exequiel Palacios a su jugador más joven, 20 años, cada día más cerca de incorporarse a la disciplina del conjunto presidido por Florentino Pérez.
Tal y como se observa en el gráfico, River Plate tiene una media de edad casi tres años superior a sus tres competidores. La diferencia es todavía más radical cuando se compara al jugador de mayor edad del Millonario, Leo Ponzio, con el del Real; el recién galardonado con el Balón de Oro. El dinero, la fama y las ganas de triunfar donde están los mejores jugadores del planeta hacen casi imposible que un futbolista nacido en la Argentina pase toda su carrera deportiva sin pisar Europa. El problema es que cada vez parten siendo más jóvenes. Por poner un ejemplo, Juan Román Riquelme se marchó al FC Barcelona tras 151 partidos con la camiseta de Boca. Pavón todavía no ha llegado a los cien.
El número de futbolistas que defienden los colores de sus selecciones también es otro indicativo de la calidad del plantel. En la actualidad, Boca y River no llegan a la decena de representantes. Leyendo la cartilla de jugadores de ambos equipos, solo Wilmar Barrios y Juanfer Quintero fueron titulares en Rusia. Los dos colombianos, casualmente, han sido relacionados con el Real Madrid. Si hacemos el ejercicio contrario, culés y merengues tienen en sus filas a tres de los mejores arqueros del mundo, a los dos laterales izquierdos más peligrosos en Europa, y centrocampistas y atacantes sin los que no se entienden combinados como Brasil, España, Croacia o Alemania. Por si fuera poco, la pareja de centrales que ganó la Copa del Mundo la formaron un azulgrana y su homólogo madridista: Samuel Umtiti y Raphael Varane. No se sostiene la comparación.
Con el pitazo final en el Santiago Bernabéu, Boca o River estarán un título más cerca de competir con Real Madrid o Barcelona. Asimismo, el Millonario tendrá la oportunidad de acercarse al conjunto de Leo Messi en títulos internacionales, y el Xeneize de quedar a tan solo siete del rey de copas continentales.
No olvidemos, el que se proclame campeón de América tendrá acceso al Mundial de Clubes, donde se podrían cruzar con los de Santiago Hernán Solari en una hipotética final. En ese terreno, Boca ya sabe lo que es arrebatarle una final al Real.
SEGUÍ LEYENDO: