Poco después de las 17.30 (hora local), y con algunos minutos de retraso, el plantel de Boca Juniors aterrizó en Madrid y vestido de azul, con vivos amarillos, atravesó raudamente el pasillo de la Terminal 1 del Aeropuerto de Barajas para meterse en el garaje y subirse al bus, camino del hotel en la zona de las Cuatro Torres de Madrid.
Unos metros más atrás, un personaje conocido en la Argentina, más ancho, con mofletes y un bolso grande con los colores de Boca, caminaba hacia la calle por otra salida. Es el reconocido humorista Roberto Moldavsky, contratado por el club para acompañar a los jugadores y hacerles más llevaderos el viaje y la estadía.
Ya en el pasado, otro gran humorista como Jorge Guinzburg estuvo relacionado con el plantel de Vélez Sársfield que dirigía Carlos Bianchi y que terminó siendo campeón de América y del mundo en 1994, y otro tanto sucedió con Larry De Clay y otros planteles de Boca. Moldavsky ya había participado en el estreno de "Bocosher", el local de comida kosher dentro de la Bombonera.
-Usted viajó desde Buenos Aires con el plantel de Boca, algo que muchos hinchas de todo el país hubieran querido hacer. ¿cómo vio a los jugadores y cómo fue esa experiencia de compartir un vuelo con ellos?
-Muy loco todo. Los vi muy bien. Ojalá que en el partido estén como en el avión (se ríe). Estuvieron muy copados con la gente y con todos los que estuvimos allí. Yo digo que es muy divertido viajar en un avión en el que no le tenés que preguntar a nadie de qué cuadro es porque queda claro que son todos de Boca, así que fue un pequeño sueño. Me llegó cuarenta años después, pero me llegó.
–Porque usted, digámoslo, es hincha de Boca
-Soy hincha, soy socio, desde chiquito que voy a ver a Boca así que bueno…es otra puerta que me abrió el humor, el haber viajado nada menos que con los jugadores de Boca y a un partido así.
-¿Y contó chistes? ¿Se lo pidieron?
-No, bueno… Cuando hubo turbulencias lloré (risas), se complicó. Dormí, pero no… La verdad es que no, pero posiblemente lo hagamos durante la estadía en Madrid. Chichoneamos un poco, pero se durmió, se descansó, que es lo que los jugadores necesitan más que yo, obviamente.
-¿Tiene afinidad con algún jugador especial?
-No, sólo por una cuestión de que uno es hincha. Por ejemplo, me crucé con Carlitos Tevez en otros eventos, así que ya nos saludamos de otra manera.
-Se dice que en el partido del domingo pueden estar presentes Messi y Cristiano…
-Bueno (interrumpe), les va a venir bien para fijarse cómo se juega al fútbol (estalla en una carcajada).
-¿Y alguna intención de contarles algún chiste a Leo o a Cristiano?
-No, no, yo creo que ya la pasan demasiado bien. No necesitan humor. Están demasiado felices. Tengo que buscar gente que sufra un poco más.
-Yendo a un tema más serio, ¿qué le parece que el Superclásico se juegue en Madrid?
-Es una cosa de locos, ¿qué le puedo decir? Yo, que soy de la colectividad judía, es como que el Faraón nos echó al desierto para jugar el Superclásico. Es una locura, no tiene forma. Estás en una ciudad hermosa como Madrid y decís "me encantaría venir a ver un amistoso de Boca y River a Madrid, no la final de la Libertadores". Pero se habló tanto de eso, pero a nadie le puede parecer bueno jugar la final de la Libertadores fuera de la Argentina, sea el país que sea. Por suerte, nos tocan España y Madrid, y acá estamos.
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