Luego del empate el sábado en Los Ángeles ante Deontay Wilder, Tyson Fury brindó una entrevista en XXX en la que contó que no se quedará con el dinero que embolsó por haber subido al cuadrilátero.
El boxeador británico se llevó USD 10 millones pero anticipó que no se quedará ni con un dólar de todo lo recibido: "No sabría cómo utilizarlo, no estoy interesado en ser millonario o multimillonario. Soy un boxeador, no un hombre de negocios, y posiblemente seguiré la misma ruta que otro boxeador, hasta el final. No podré llevarme el dinero cuando muera, así que podría hacer algo por ayudar a las personas que no pueden ayudarse a sí mismas".
Fury explicó que quedó impactado por la cantidad de personas en situación de calle que viven en California y que llevan sus días bebiendo y drogándose. Esta experiencia fue el último empujón que necesitaba para donar los millones a la caridad, idea que llevaba en la cabeza hace tiempo.
"Voy a dárselo a los pobres y voy a construir casas para los homeless", aseguró y explicó: "Cuando vaya a casa construiré casas para los homeless y recaudaré fondos para ayudar a los adictos a las drogas y al alcohol".
El boxeador de 30 años, que pudo recuperarse en el último round tras un brutal golpe que casi lo noquea, ya venía analizando la posibilidad de deshacerse del dinero: "Tenía intención de hacerlo pero lo que he visto aquí en California me ha dado un plus para hacerlo. Hay muchos homeless en las calles en Los Ángeles, más de lo que he visto en mi vida. He abierto los ojos y me he convertido en mejor persona".
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