La prensa mundial se hizo eco del bochorno que fue la Superfinal de la Copa Libertadores entre Boca Juniors y River Plate en Buenos Aires. Los medios brasileños no fueron ajenos a la opinión y Veja, en particular, aseguró que "Boca debe ser campeón en el escritorio para coronar la vergüenza de la Conmebol".
El portal brasileño lamentó lo sucedido durante las fechas que se pactaron para que se lleven a cabo los duelos entre ambos equipos y afirmó que el Xeneize "debe ganar su séptima Copa Libertadores el martes 27 en Luque, Paraguay", cuando Daniel Angelici, Rodolfo D'Onofrio y la cúpula de la entidad sudamericana se reúnan para debatir cómo continuará.
"No habrá goles, sudor ni fiesta en la tribunas. Sino que habrá gente de traje sentada bajo un aire acondicionado. Esta parece ser la única solución posible de la Conmebol a pesar de que representará una vergüenza histórica e insuperable para el fútbol de Sudamérica", consideró el medio brasileño, que describió la situación como "un fracaso sin precedentes", un atraso tanto en la sociedad argentina, como en la de Brasil " y de casi todos los países vecinos".
"La Libertadores más vergonzosa de todos los tiempos", aseguró Veja, que desarrolló todos los inconvenientes que sufrió la Conmebol a lo largo del torneo, comenzando por el caso del uruguayo Carlos Sánchez, quien fue mal incluido por el Santos, recibiendo como castigo una derrota del equipo por 3-0 en el partido de ida de los octavos de final contra Independiente, hasta la suspensión por cuatro partidos a Marcelo Gallardo por su accionar ante el Gremio.
Al mismo tiempo aseguró que "todo juega a favor de Boca Juniors", haciendo referencia a lo que sucedió en 2015, cuando "el club fue eliminado por River en octavos de final después de que un hincha arrojó gas pimienta a los futbolistas rivales en el túnel de la Bombonera"
Tres años y medio después el medio brasileño consideró que "la situación es extremadamente semejante" y que esta vez "Boca es la víctima del ataque al autobús".
"La final que todos querían ver probablemente jamás sucederá, porque aunque los rivales porteños vuelvan a cruzarse en una final de Libertadores, esta será en juego único, a partir del año que viene. Después de todo, la Conmebol prefirió copiar la Champions League apenas en sus aspectos más irrelevantes y que solo tienen sentido en Europa", continúa.
Como conclusión, señala que "el título en el 'tapete' (se refiere al escritorio) será un gran pecado, aún más después del gran juego de ida, un electrizante empate en 2 a 2 en la Bombonera. Pero será un justo castigo a quienes siguen estropeando el deporte más amado del planeta: hinchas violentos y dirigentes corruptos".
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