Senegal le ganó 1 a 0 a Guinea Ecuatorial, en un partido que reafirmó al seleccionado como líder del grupo de clara a la clasificación a la próxima Copa de las Naciones de África. Sin embargo, al culminar el partido el delantero Sadio Mané se arrojó al suelo y lloró como un niño.
El futbolista del Liverpool, figura de su seleccionado, tuvo que ser consolado por sus compañeros, quienes se vieron sorprendidos por lo sucedido, sobre todo porque sus lágrimas no eran de alegría o emoción, sino de tristeza.
Es que Mané no pudo convertir y perdió varias ocasiones frente al arco, pero tras fallar en la última del partido, desde las gradas se escucharon silbidos.
El rendimiento del punta en el combinado nacional parece no estar a la altura de lo que reclama su afición y por eso fue abucheado. Ésto derivó en su dolor al finalizar el cotejo.
Mané no habló de lo ocurrido, aunque sí lo hizo su hermano a través de un posteo en Instagram: "Es raro ver a un país que no le guste su propia estrella. Él continuará luchando por el equipo, continuará sacrificándose y continuará dando lo máximo por Senegal y amará y respetará la bandera nacional. Un día se darán cuenta, pero puede que sea demasiado tarde".
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