La historia de amor entre Roger Federer y Mirka Vavrinec hace suspirar a más de uno. La dedicación del suizo hacia su familia es realmente ejemplar y él lo tiene claro, a pesar de los constantes viajes que le demanda su carrera como deportista y el tiempo que pasa lejos de casa por ello.
El de Basilea habló con el portal británico "The Mirror" sobre la relación que mantiene con la ex tenista suiza, a quien conoció en los Juegos Olímpicos de Sidney en 2000 y con la que tuvo dos parejas de gemelos.
"Me niego a dormir en la cama sin mi esposa", reconoció Federer y agregó: "Siempre quisimos tener hijos, pero mi sueño era estar con ella en la misma habitación, no en otro cuarto o en otro piso". El número 3 del ranking mundial lo tiene claro, no irá a ningún lado sin su mujer.
"Prefiero dormir con niños gritando que lejos de ella", afirmó a "The Sun". El hombre de las mil finales, lejos de pasar tiempo a solas en la previa de una definición importante, convive la mayor parte de las horas tanto con su esposa, como con sus niños: "Me compensa cambiar una tonelada de pañales con tal de vivir mi sueño con Mirka".
Roger Federer y Mirka Vavrinec se conocieron en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000 cuando ambos defendieron a Suiza. Sobre el final de aquella competencia, el helvético la besó y nunca más se separaron.
Dos años después, una serie de lesiones terminaron por causar el retiro de ella, quien a partir de ese momento se dedicó exclusivamente a acompañar a su marido: "Cuando me retiré, estuve un tiempo en muletas y muy apenada por tener que dejar mi profesión. Roger me ayudó mucho en aquellos momentos y me devolvió mi vida tenística a través de él. Sus victorias son casi como si fueran mías", aseguraba años atrás.
La pareja terminó de sellar su amor en 2009 con una boda íntima y secreta. Las primeras gemelas llegaron ese mismo año, cuando un 23 de julio nacían Myla Rose y Charlene Riva, mientras que en 2014 lo hicieron Lenny y Leo.
Mirka, tres años mayor que Roger, es uno de los grandes secretos del suizo para ser quien es. La mujer maneja las relaciones públicas de su esposo, así como todo lo respectivo a su imagen.
Los aficionados y amantes del talento que despliega Federer en la cancha le estarán agradecidos a su mujer, ya que en julio de este año el tenista reconoció que: "Si mi esposa me dice que pare, lo dejo ya sin problemas (…) Por ella sigo, si no haría tiempo que hubiera dejado de jugar. La vida sería muy diferente sin ella".
MÁS SOBRE ESTE TEMA: