Las negociaciones entre futbolistas y clubes han llegado a niveles insospechados. Cada vez hay más exigencias, cláusulas y condiciones, ya que ambas partes intentan sacar el mayor provecho económico y obtener gran cantidad de beneficios. Uno de los grandes ejemplos es el de Kylian Mbappé, llamado a ser el futuro rey del fútbol mundial, quien hizo una serie de extravagantes exigencias cuando desembarcó en el Paris Saint Germain.
Según revelaciones de Football Leaks que difunde L'Equipe, el joven delantero de 19 años y su entorno quisieron de imponer unas cláusulas en su contrato con el club parisino, que se negó a la mayoría pero accedió a otras.
El periódico francés reveló que Mbappé pretendía ser el jugador mejor pago del club si ganaba el Balón de Oro, es decir, que su salario se triplique e iguale el de Neymar. El PSG sólo accedió a pagarle un premio de 500.000 euros netos si conseguía el premio.
Otra de las solicitudes rechazadas por el Paris Saint Germain fue la de 50 horas de vuelo por año en jet privado y una bonificación por "pérdida de suerte", que se activaría si la entidad era excluida de la Champions League por sanción de la UEFA.
Lo único que aceptó el PSG fue a pagar 30.000 euros extras al mes para que Mbappé pueda financiar el sueldo y alquiler de tres empleados personales: un mayordomo, un chófer y un guardia de seguridad.
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