El AS Mónaco utilizó un montaje financiero, con sociedades domiciliadas en paraísos fiscales, para encubrir inyecciones de dinero de su propietario, el multimillonario ruso Dmitri Rybolovlev, sin infringir el equilibrio financiero que impone la UEFA, reveló este lunes 'Football Leaks'.
El sitio web estima que, a través de este sistema, el club del Principado se benefició de cientos de millones de euros oficialmente en concepto de patrocinio pero que, en realidad, procedían del bolsillo de Rybolovlev.
Sometido a las reglas del juego limpio financiero a partir de 2014, cuando regresó a la Champions League, el Mónaco debía financiar su elevado tren de vida tras haber fichado a estrellas como los colombianos Radamel Falcao o James Rodríguez.
Para engañar a los órganos de control de la UEFA, ese mismo año, según la misma fuente, firmó un contrato ficticio con AIM, una empresa con sede en Hong Kong que se comprometía a pagar al Mónaco 1.400 millones de euros (USD 1.600 millones) en diez años en concepto de patrocinio. Se trata de una suma cinco veces superior a la que, por los mismos servicios, ingresan Real Madrid o Barcelona, según el consorcio.
Añade que, en paralelo, AIM firmó un contrato por un monto similar con una empresa basada en las Islas Vírgenes y cuyo propietario era el multimillonario ruso que en 2011 había comprado el Mónaco. De esa forma, el dinero quedaba justificado a ojos de los 'gendarmes' financieros de la UEFA y el club podía seguir permitiéndose sus gastos, destaca la fuente.
El montaje se vino abajo cuando Rybolovlev se enfadó con el administrador de AIM, Bernard de Roos, y dejó de pagar el contrato, por lo que éste le amenazó con "lanzar una bomba de neutrones", agrega 'Football Leaks'.
El propietario del Mónaco, señala, dio marcha atrás, pero la Instancia de Control Financiero de los Clubes (ICFC) ya estaba alertada y abrió una investigación. Este organismo, publica 'Football Leaks', constató que el club del Principado tenía un déficit de 167 millones de euros, tres veces más de lo autorizado, pero no recibió ninguna sanción deportiva y solo tuvo que pagar una multa de 2 millones, muy lejos de las impuestas a otros clubes.
A partir de ese momento, subraya la misma fuente, el Mónaco cambió su política deportiva y comenzó a vender a sus estrellas a cambio de sumas millonarias, como Kylian Mbappé por 180 millones de euros al París Saint-Germain (PSG) o Thomas Lemar por 70 millones al Atlético de Madrid.
Decisiones que se han traducido en un deterioro de su rendimiento deportivo y que mantienen al equipo en situación de descenso en el campeonato francés y al borde de la eliminación en la fase de grupos de la Champions League.
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Con información de EFE