Nació en Mâcon, su padre es de origen alemán y su abuelo portugués. Sus inicios futbolísticos se dieron en la Unión du Football Mâconnais, su pueblo natal, pero él tenía una ambición que alimentaba el sueño de ser campeón del mundo. Probó suerte en el Olympique de Lyon, pero los franceses negaron su incorporación por su debilitada constitución física y fue Zubieta, la academia de la Real Sociedad, la que apostó por Antoine Griezmann, la estrella internacional que hoy brilla en el Atlético Madrid.
"Era muy introvertido. Su personalidad no tenía nada que ver con lo que se ve hoy, porque llegó con 13 años sin hablar castellano, ni mucho menos euskera. Se ganó a los compañeros dentro del campo de juego, porque ninguno hablaba francés. Tuvo que aprender nuestro idioma a la fuerza, por la mera necesidad de comunicarse", le dijo a Infobae Luki Iriarte, responsable del fútbol educacional de la entidad vasca que vio crecer al delantero.
Con una aplicación de la pedagogía notoria y una constructiva producción basada en el coaching y la inteligencia emocional, Iriarte confesó que tuvieron que apelar a los métodos personalizados para explotar las virtudes de su diamante en bruto: "Como el sistema educativo de Francia es muy distinto al de España, porque sus estudiantes tienen descansos cada 40 días, nosotros le permitíamos que en esos períodos de vacaciones se vuelva a su país para que esté con su familia y no le cueste tanto la adaptación. Fue una apuesta a largo plazo, porque cuando él no estaba, nosotros perdíamos muchos partidos".
Cada vez que habla de Antoine Griezmann, a Luki Iriarte se le nota que hay un brillo nostálgico en su mirada. "Cuando lo veíamos jugar, para nosotros era como que salía el sol", deslizó mientras sus ojos se posaban en las mismas canchas que se crió el atacante.
A su lado, el director general de la institución vasca, Iñaki Otegui, resumió con una anécdota los días de Antoine en Zubieta: "Hay una diferencia enorme entre los que realmente saben de fútbol y los que no sabemos mucho de ello. Recuerdo que cuando fuimos a participar de un torneo internacional juvenil en semana santa, vi un partido de la Real Sociedad contra el Barcelona. A los dos días me vino a ver el director deportivo para pedirme que le haga un contrato profesional a Griezmann, que en ese entonces tenía 17 años. Como dudé si realmente era necesario me dijo: ¿No has visto el partido? ¿No te ha llamado la atención? Para mí había jugado mejor otro chaval, pero le hice caso y firmamos un vínculo con una cláusula de rescisión de 30 millones de euros, que fue lo que pagó el Atlético de Madrid por el 80% del pase".
En el Colchonero cambió su estilo de juego y su condición física. Ajustado a la idea del Cholo Simeone, quien afirma que el delantero es el primero de los defensores (también lo aplicó Didier Deschamps en su selección para ganar el Mundial de Rusia), el popular rubio de sonrisa contagiosa y peinados extravagantes no teme en hacer sacrificios cuando su equipo no tiene la pelota. Fue un plus que adquirió cuando se mudó a la capital ibérica, porque con la camiseta albiazul tenía otras funciones. "Nosotros no le exigíamos un trabajo tan sacrificado en defensa. Si bien tenía que cumplir con algunos retrocesos, su físico no era como el que tiene ahora, porque ha crecido mucho en musculatura. Aquí era un flaquito veloz que lograba ubicarse muy bien dentro del campo. Su mayor virtud era la visión de juego", detalló Iriarte.
De gran trabajo en las canteras del club vasco, la llegada de Griezmann al primer equipo se dio por un hecho fortuito. Como le explicó Otegui a Infobae, el uruguayo Martín Lasarte quedó impresionado cuando le dio la posibilidad de trabajar con el plantel profesional: "Se había lesionado el extremo izquierdo y el segundo también estaba lesionado, entonces el míster pidió al delantero del San Sebastián, que es el segundo equipo, pero éste también estaba lesionado y fue ahí cuando subió Antoine en un entrenamiento. Tenía 18 años y todavía no había debutado en la filial porque estaba en la pretemporada, pero cuando lo vio el entrenador dijo: ¡Hostia, éste no baja más!".
Del mismo modo que Luki, al experimentado dirigente también le produce un sentimiento particular cuando se refiere a la estrella internacional. "Era un chaval muy sencillo que llegó del norte de Francia, donde nosotros teníamos a unos ojeadores. Lo conocían desde los 13 años y estuvo a prueba en el Olympique de Lyon, pero allí no lo cogieron porque era muy pequeñito. Vivía en Bayona, una población francesa que está a 40 km de aquí y venía todos los días a entrenar con nosotros", deslizó sin dejar de aclarar que el club todavía puede sacar réditos económicos por una futura transferencia del goleador: "Todavía tenemos un 20% de su ficha. Si mañana el Atlético lo vende en 100 millones, 20 le corresponden a la Real Sociedad".
Naturalmente, los rumores que se establecieron en el mercado pasado, relacionados a una posible operación de Griezmann al Barcelona, mantuvo expectante a la comisión directiva de Guipuzcua: "No te puedes imaginar cómo vivimos esos días, porque era un dinero adicional que ingresaba sin perder material deportivo. Yo creo que él había llegado a un acuerdo con el Barça, pero el Atlético Madrid no podía perderse a su principal figura. Oblak es muy bueno y para muchos balones, pero el que realmente hace fútbol ahí es Griezmann. Juega y hace jugar a todo el mundo a un toque. Sin dudas, el Atlético ha hecho un esfuerzo por encima de sus posibilidades para retenerlo, pero son conscientes de que el día de mañana se va a ir a otro club que le pueda pagar más dinero".
En vísperas de la entrega del Balón de Oro, donde el delantero ha sido nominado junto a otros 29 jugadores, Iñaki Otegui no dudó que el premio debe llevárselo su hijo futbolístico adoptivo: "Ha estado entre los mejores del mundo. Yo me quito el sombrero delante de Messi, porque creo que es el mejor de todos y tiene mucha diferencia con el resto. Pero que alguien me explique qué ha hecho Luka Modric respecto a lo que ha podido hacer Griezmann. Antoine ha sido fundamental para su equipo y para su selección".
Más allá de la admiración hacia su perla rubia, hace 5 temporadas que la Real Sociedad tiene que enfrentar al astro galo. El sufrimiento de tenerlo como rival se pudo evitar si la transferencia hubiera sido a un equipo del extranjero, como de la Premier League o el Calcio. Sin embargo, el dirigente explicó la situación desde un punto de vista ajeno a los crudos números de los contratos: "Nosotros no hacemos esclavos a los jugadores. Son ellos quienes terminan eligiendo a dónde ir. Por mucho que el club le proponga varias alternativas, son los futbolistas los que tienen la última palabra".
Roberto Olabe, director deportivo de la entidad de Donostia, continuó con el argumento de Otegui al asegurar que Antoine "es un jugador que se formó en casa y tiene un sentido de pertenencia notable". "Cuando llegó se integró muy bien a nuestra filosofía y a nuestros valores. Cuando estaba con nosotros éramos unos afortunados, pero hoy que nos toca enfrentarlo tenemos un pequeño problemita… Son jugadores que trasladan nuestros principios y eso es un orgullo para toda la Real Sociedad. Lo mismo ocurrió con Xavi Alonso o Álvaro Odriozola", concluyó.
"Era un chavalito que salió de su casa desde los 13 años, y no vive con sus padres desde esa edad. Era muy retraído, pero en el primer equipo empezó a demostrar su verdadera personalidad y cada vez que hacía un gol hacía alguna locura", volvió a recordar el director general con una anécdota que todavía está presente en Anoeta: "Un día hizo un gol y para festejar se metió dentro de un coche que nosotros teníamos para publicidad. Fue muy gracioso porque no sabía manejar, pero se sacó varias fotos. En otro partido se tiró de cabeza en la nieve que estaba acumulada al costado del campo. Fue cuando se liberó y demostró su verdadera personalidad, que es muy campechana".
Hasta la leyenda local, Alberto Górriz Echarte, quien disputó el Mundial de Italia en 1990 para España y cosechó 4 títulos con el equipo vasco en la década del ochenta se refirió al Fenómeno Griezmann: "Es una alegría que un club como la Real Sociedad haya formado a un joven como jugador y como persona y que termine siendo campeón del mundo. Tanto en Francia como en el Atlético Madrid demuestra que es uno de los futbolistas más importantes de Europa, y para nosotros es un honor que se haya criado aquí. Significa que el trabajo formativo de la institución ha sido muy bueno".
Antoine es rival de la Real Sociedad hace 5 años. Sin embargo, en todo Guipuzcua no tiene ateos. Es considerado el hijo del club que le permitió al pueblo albiazul volver a la primera división de la Liga de España. Sus títulos en el Atlético Madrid o en la selección de Francia, también son festejados en euskera.
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