"Yo conocía a Craig muy bien. De haber estado normal, él no habría hecho esto. Él no estaba así de loco. Las drogas lo alcanzaron. Las drogas recreacionales tuvieron algo que ver con esto. Por mucho tiempo admiré lo que hizo con su carrera. Él era una imagen dentro del fisicoculturismo", aseguraba Jay Cutler, colega de Craig Titus, tras conocer la espeluznante tragedia que ocurrió la madrugada del 14 de diciembre de 2005.
Una historia de amor entre el fisicoculturista del momento y la chica fitness de moda se convirtió en un calvario cuando ambos protagonizaron un estremecedor asesinato que se llevó la vida de Melissa James, la tercera en discordia, quien fue hallada calcinada en un Jaguar de color rojo.
Craig Titus no fue el mejor en su deporte. En poco más de 30 torneos de musculación consiguió apenas dos primeros puestos (NPC Houston en 1988 y NPC de EE.UU en 1996), y participó en dos ocasiones del Mister Olympia (En 2001: 12º y en 2002: 11º) Sin embargo, su personalidad extrovertida lo llevó a ser el emblema del culturismo del siglo XX . Hoy tiene 53 años
Kelly Ryan, ocho años menor, fue una maravillosa cheerleader en la Universidad de Carolina del Norte y posteriormente, mientras participaba de las pruebas para convertirse en animadora de los Angeles Lakers, comenzó a interesarse por el fitness, y el ambiente de los culturistas le cambió la vida. Hoy tiene 46 años
"Craig Titus vio a Kelly Ryan compitiendo en el escenario en un concurso de fitness, y supo desde el momento en que la vio que estaba enamorado de ella", aseguró el escritor estadounidense Glenn Puit a "Snapped".
Ella intentó alejarse de él al conocer su historial: En 1995 se declaró culpable de distribuir éxtasis y en 1997 fue condenado a 21 meses de prisión por violar su libertad condicional mediante el uso de esteroides. Pero la insistencia del musculoso fue tal, que ambos terminaron enamorándose, casándose y mudándose a Las Vegas en el 2000 siendo la pareja del momento. Según CBS News, fueron "estrellas en el mundo del culturismo profesional".
Hasta ese momento todo era perfecto. Posaban en revistas, competían en eventos, promocionaban productos y su popularidad aumentaba al igual que su fortuna. Su éxito los llevó a comprar una mansión, un lujoso auto (a nombre de ella) y hasta contratar una asistente personal: Melissa James.
Melissa era una bailarina de Florida que conoció a la pareja durante un concurso en Panamá City Beach. La relación era tan buena que le ofrecieron trabajar en su casa de Las Vegas. Pero lo que ella no sabía era que las drogas, el alcohol y las fiestas eran moneda corriente en el hogar de los Titus.
La floridana trabajó allí hasta el 14 de diciembre del 2005, fecha en que la policía la halló calcinada y envuelta en una tela carbonizada en el baúl de un Jaguar rojo incendiado en medio del desierto.
No había huellas dactilares. Hacer un reconocimiento facial era prácticamente imposible, pero los detectives pudieron identificar rápidamente al dueño de aquel lujoso auto por la placa del vehículo: Kelly Ryan. Ubicaron su dirección y fueron hasta allí inmediatamente pero la pareja ya no estaba en la ciudad.
Al día siguiente, Megan y Jeremy Foley, dos testigos claves dieron su testimonio. La pareja, amiga de Kelly y Craig, confesó que esa misma noche del 14 de diciembre los habían invitado a su casa.
Fue con ellos cuando Kelly se quebró. Les reveló que había estallado una pelea con Melissa después de enterarse que ella mantenía una relación con su marido. La discusión se volvió física y el culturista tuvo que intervenir y ponerse del lado de su esposa. La golpeó y ella siguió luchando hasta que decidió estrangularla.
Tras esa declaración, los Foley salieron espantados del lugar, pero antes, Craig le dio una bolsa asegurándoles que en unos días pasaría a retirarla. En su interior había cinta adhesiva y una Taser (arma eléctrica). Al ver las noticia del auto quemado contactaron a la policía.
Nueve días después, en lo que CBS News denominó "una cacería humana", los Titus fueron arrestados en un suburbio de Boston y trasladados con múltiples cargos a Las Vegas en un "show mediático".
Según ellos, Melissa había muerto de una sobredosis y entraron en pánico al no saber qué hacer con el cadáver. Quemaron su cuerpo y se fueron de la ciudad porque les preocupaba la repercusión que podría acarrear esa "desafortunada" muerte en sus carreras profesionales.
Sin embargo, tras varias pericias en su casa y en el cuerpo de la víctima, los fiscales encontraron que se accionó un arma eléctrica sobre ella hasta en cinco ocasiones y que en su cuerpo había restos de morfina. Además aparecieron marcas en el cuello que alegaban a una asfixia o estrangulamiento con una tela o alambre. A pesar de eso, los forenses no pudieron determinar de qué murió.
El 29 de marzo del 2006 Kelly y Craig se declararon inocentes. Las pruebas en su contra eran concretas y, de llegar a juicio y comprobarse que mentían, recibirían la pena de muerte. Dos meses antes del juicio, el 30 de mayo del 2008, y para evitar dicho final, los Titus aceptaron los cargos por homicidio en Las Vegas.
El 22 de agosto del 2008, el culturista de 43 años (en aquel entonces) fue declarado culpable de asesinato en segundo grado, secuestro e incendio premeditado. Su sentencia iba de 21 a 55 años.
Kelly Ryan, su pareja, recibió entre 6 y 26 años de prisión por encubrimiento. El 24 de octubre del 2017 recibió la libertad condicional tras pasar casi nueve años tras las rejas. Durante su estadía en la cárcel de Las Vegas se divorció de Craig.
El 23 de diciembre del 2026, el fisicoculturista estadounidense también podría recibir la libertad condicional. Para ese entonces tendrá 61 años.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: