Las alocadas maniobras de los medios y los fanáticos de Sinaloa para acercarse a Maradona

Cuatro custodios protegen con celo al entrenador de Dorados. De todos modos, ya vivió algunos episodios peculiares a raíz del fervor y la atención que genera su aventura en México

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Un enjambre de  micrófonos busca el testimonio de “Pelusa” (Foto: AFP)
Un enjambre de  micrófonos busca el testimonio de “Pelusa” (Foto: AFP)

Dos golpes en la puerta rompieron el silencio en la habitación del quinto piso del hotel Lucerna. Maximiliano Pomargo, uno de los asistentes de Diego Maradona, abrió y se encontró con un periodista que quería hablar con el astro. Amablemente, le señaló que no era el modo indicado para concertar un encuentro.

La escena se repitió con otros rostros, hasta que el entorno del Diez advirtió que un grupo de reporteros había reservado una habitación del mismo piso para observar de cerca los movimientos del ex futbolista. El descubrimiento forzó a un cambio de estrategia: Maradona, sus íntimos y su equipo de trabajo debieron trasladarse al séptimo piso, donde el hotel no permite que otros huéspedes alquilen una habitación.

Es la otra cara de la euforia y el interés que se generó en México a partir de la llegada del ex capitán de la selección argentina a Dorados de Sinaloa, donde debutó como entrenador con un gran triunfo 4-1 contra Cafetaleros de Tapachula. El sábado visitará a Alebrijes de Oaxaca, por la octava fecha del certamen de segunda división, y el conjunto rival anuncia el duelo desde la figura del director técnico. "El templo alebrije recibe a Diego. Ven y apóyanos", invita el cartel en las redes sociales. Una muestra de la revolución que provoca su desembarco.

Los aficionados lo esperan a la salida de los entrenamientos y los medios siguen con lupa cada uno de sus pasos. El episodio de la habitación se repite en el salón comedor. Cada vez que Maradona baja del ascensor para recorrer los metros que lo separan de las mesas, en el hall se encuentra con un puñado de periodistas que filma sus pasos o busca su testimonio. También intenta registrar imágenes a la distancia mientras come. Es uno de los pocos momentos propicios dado que, en los pocos días que lleva en Culiacán, el entrenador pasó muchas horas recluido, acompañado de Luis Islas analizando el material con el que cuenta e investigando sobre los rivales.

En uno de los almuerzos, ante la coyuntura, le pidió a su equipo que permitieran pasar a los periodistas presentes para que tomaran imágenes suyas sentado a la mesa, comiendo, con la esperanza de que, habiendo saciado su necesidad, la demanda no se iba a repetir. Pero la jornada siguiente aparecieron más. Fue ahí donde se registró el video viral en el que enojado, les indica a los fanáticos y reporteros en el hall que "eso no se hace".

Fanáticos, fotógrafos: el fervor por el “Diez”, en una imagen (Foto: AFP)
Fanáticos, fotógrafos: el fervor por el “Diez”, en una imagen (Foto: AFP)

Para evitar el ahogo, Matías Morla, apoderado de Maradona, busca acelerar con los directivos de Dorados la mudanza a la finca con pileta en el complejo La Primavera, donde Diego espera tener mayor privacidad. Mientras, es protegido en cada excursión fuera del hotel por cuatro custodios que le puso el club; en México aseguran que ese número llegará a seis en el viaje a Oaxaca, en su segunda presentación en el banco de suplentes del Gran Pez. Porque el furor que genera su aventura en el fútbol mexicano también tiene su lado B.

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