Boca se impuso por 2 a 0 en la Bombonera en la ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores ante Cruzeiro, pero todo gira en torno a la labor del paraguayo Eber Aquino, quien, a instancias del VAR, decidió expulsar al futbolista Dedé por un fuerte encontronazo con Esteban Andrada (estará aproximadamente dos meses fuera de las canchas por una fractura en su maxilar inferior.
El club brasileño explotó de bronca. Varios futbolistas se manifestaron en zona mixta y en sus redes sociales, mientras que la entidad de Belo Horizonte emitió un duro comunicado. El entrenador Mano Menezes, por su parte, apuntó contra el juez del encuentro y la Conmebol.
"Esto no tiene que ver con la interpretación, el árbitro quiso expulsar a Dedé. El tema es que están teniendo muchos problemas contra equipos brasileños. Estuvo el caso de Santos… La falta de aplicación de castigos contra River y Boca… Las cosas son muy diferentes para los distintos participantes. Esta es una cosa que no está oliendo bien. Creo que la Confederación Brasileña de Fútbol y las demás federaciones tienen que posicionarse. Se trata de algo grave. Creo que tiene que ser tratado por los clubes brasileños con la gravedad que esto tiene", afirmó en diálogo con Globo Esporte.
El director técnico se mostró decepcionado por los supuestos cambios que iban a propulsar los nuevos encargados de manejar el fútbol en Sudamérica. "No tengo que hablar más de la expulsión, porque el mundo entero está hablando de eso. Pensé que las cosas iban a cambiar en la Conmebol. Cambió el mando y ahora venimos acá con el VAR, que sería usado para evitar las grandes injusticias, y hoy vimos una gran injusticia. Se trata de perder a un jugador, en nuestro mejor momento de partido", comentó.
No obstante, Menezes sostuvo que intentarán sacarle el mayor provecho posible a esta situación: "Vamos a guardar nuestras fuerzas, juntar esa rabia para transformar esto en algo positivo para el juego de vuelta. Tenemos posibilidades de revertir el marcador".
Con respecto a lo sucedido dentro del campo de juego ante Boca, analizó: "Nos faltó profundidad en el primer tiempo. En una jugada de pelota parada, la pelota le quedó bien a Pérez, que metió una gran asistencia y sufrimos el gol. Después, ya con la situación favorable para el adversario, cometimos varios errores y perdimos un poco el control. Fue nuestro peor momento. En el segundo tiempo el equipo mejoró".
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