El español Rafael Nadal se vio obligado a abandonar su partido de semifinales del US Open ante el Juan Martín del Potro por culpa de las molestias en su rodilla derecha. Al finalizar el segundo set, con el marcador 7-6(3) y 6-2 a favor del tenista argentino, el número uno del ránking ATP decidió no seguir jugando.
Fue el noveno abandono de Nadal como profesional y la tercera vez que lo hace en un Grand Slam, ya que también se retiró en los cuartos de final del Australian Open 2010 (vs. Andy Murray) y en la misma instancia de la edición 2018 de ese torneo (vs. Marin Cilic).
Hubo algunos síntomas que predijeron el adiós anticipado de Nadal. En el transcurso del cuarto juego, se dirigió a su banquillo e informó que le dolía la rodilla. Posteriormente, un fisioterapeuta le colocó el mismo vendaje que usó en su partido de tercera ronda ante Karen Khachanov.
Al terminar el primer set, ya su rostro de dolor y su molestia era muy notoria. Se golpeó la rodilla con una botella de agua que terminó por los suelos. En el segundo parcial, al tenista español ya le costaba correr con normalidad y en una discusión con el juez de silla lanzó la advertencia: "Está bien, me voy a retirar, pero no has estado bien en esta jugada."
Su orgullo deportivo y su mentalidad de acero lo llevaron a terminar el set, pero su decisión estaba tomada. Al concretarse el 6-2 a favor de Del Potro, se fue a su banquillo y sacó la bandera blanca. Se lo anunció al juez de silla y luego a su rival, quien ya piensa en revalidar el título conseguido en 2009.
"He perdido una oportunidad de estar en una final del US Open. Me voy para casa sabiendo que he hecho una buena gira. Sólo perdí cuatro partidos en todo el año y dos fueron retirados, por eso lo importante es mantenerme sano", dijo Nadal en la conferencia de prensa posterior al partido.
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