La arrasadora ola de calor que golpea al US Open está dejando escenas atípicas para el circuito del tenis. Las temperaturas superan los 40° y la humedad escala en su medida porcentual, ocasionando problemas en todos los protagonistas. La apostilla de la última jornada estuvo enfocada en Novak Djokovic y el extraño combo médico que ingirió en pleno duelo ante el australiano John Millman por los cuartos de final.
El velo de misterio sobre sus medicinas se instaló a raíz de la respuesta que dio sobre el tema en la conferencia de prensa. "¿Puedes contarnos con las pastillas perdidas? ¿Qué clases de pastillas eran?", le consultó una cronista.
"Llegaron tarde, fue un malentendido…", dijo casi a regañadientes sobre el tema. "¿Son sales?", insistió la periodista que hizo hincapié sobre el tema. "No, no puedo hablar de eso…", aclaró con un gesto adusto el tenista de 31 años.
El serbio se impuso por 6-3, 6-4 y 6-4 en 2 horas y 52 minutos de acción, pero la escena que despertó el enigma se desarrolló cuando promediaba el segundo set y Millman pidió cambiarse de ropa ya que estaba muy transpirado por el calor.
Djokovic se sentó en el banco, se quitó la remera y agachó la cabeza para reposar. Mientras tanto, ingirió un envoltorio que sacó de su bolso y desde la tribuna le alcanzaron un gotero que utilizó en sus fosas nasales, lo que bien podría ser una medicina para liberar las obstrucciones respiratorias.
"Me ha pedido disculpas por la acción (Millman). Estaba empapado en sudor y necesitaba salir de la pista para cambiarse, así que le dije: 'Adelante, estoy encantado de quedarme aquí sentado durante diez minutos, tómate tu tiempo porque me viene muy bien este descanso'", confesó también sobre ese momento.
El tenista de 31 años, que puede llegar a escalar hasta la tercera colocación del ranking si obtiene el título, también hizo referencia al agotador calor que está azotando al torneo: "He pasado por problemas, todos los hemos pasado. He tenido que cambiarme muchas veces de camiseta, hace mucho calor, pero al final hay que encontrar la manera de ganar el partido".
"Personalmente nunca he sudado como aquí. Después de dos juegos estás empapado. Creo que la organización del torneo debería tener en cuenta esto, porque simplemente no tenemos aire allí. Se siente como jugar en un sauna", aseguró.
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