Este martes José Néstor Pekerman anunció que no seguirá dirigiendo a la selección de Colombia, y cerró así un ciclo de seis años que incluyó dos mundiales. Tras terminar su discurso en conferencia de prensa, se habilitaron las preguntas y allí se desató el fastidio del entrenador.
"No hubo desacuerdos. No hubo ningún tipo de condicionamientos. Le han hecho mucho daño a la selección. Ojalá todos se unan. Apoyen a la selección desde el lugar que esté. La cantidad de mentiras y barbaridades que se dijeron de mí… pocos países hacen eso. Es una decepción muy grande", sostuvo.
El argentino, quien argumentó motivos personales por la decisión, estalló por las versiones que indicaban que mientras la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) aguardaba su respuesta, él estaba negociando con otras asociaciones.
"Yo no me ofrezco a ningún lado. Espero que se acabe mi contrato, no empiezo a hablar con otras selecciones. Mi asistente no atiende a nadie, porque le corto la mano. Vivo en Colombia permanentemente. No salí de Bogotá. Solo estuve por fuera del país cuatro días. Cómo pensar en qué voy a hacer si yo no duermo desde que se acabó el Mundial. En este proceso perdí a mi madre, no pude estar. Casi no puedo continuar, y siempre el compromiso está primero".
Durante su ciclo, Pekerman también fue acusado de convocar a los futbolistas representados por Pascual Lezcano. Estos rumores le colmaron la paciencia.
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