Real Madrid superó 2-0 a Getafe en su debut en la Liga de España. Un día antes, Cristiano Ronaldo había hecho su presentación oficial en la Juventus, que venció 3-2 al Chievo Verona. Tal vez, CR7 habrá observado, control remoto en mano, el primer duelo de su ex equipo. Y habrá notado, tal vez con sorpresa, seguramente con algo de regocijo, que el Merengue sufrió un inesperado "efecto colateral" por su partida.
En un Santiago Bernabéu que cuenta con una capacidad de casi 82.000 espectadores, sólo hubo 48.466 disfrutando la victoria del equipo que ahora conduce Julen Lopetegui. El número no parece pobre si se compara con la capacidad de otros estadios, pero lo concreto es que desde 2009 la Casa Blanca no tenía una presencia de pública tan exigua.
El último antecedente ocurrió frente a Mallorca, en aquel año, cuando acompañaron al Real Madrid 44.270 espectadores. Son varios los factores que pueden haber incidido en la merma de concurrencia contra Getafe. El horario de inicio (22.15 en España), el golpe que sufrió el Real Madrid ante el Atlético, por la Supercopa de España, y el adiós de varios nombres fuertes, como Zinedine Zidane, entrenador del tricampeonato en la Champions League y… Cristiano Ronaldo.
Pero, claro, el efecto CR7 resulta más potente. El delantero, de 33 años, anotó 450 goles en 438 partidos con la casaca blanca. Celebró 16 títulos. Dejó una huella enorme. Y en el aforo, evidentemente, se notó…
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