El fútbol brasileño se vio envuelto en polémica después del partido que protagonizó el Nacional de Patos y el Centro Sportivo Paraibano (CSP), por las semifinales del torneo regional Sub 19 en el estadio José Cavalcanti.
Los incidentes se originaron después de la victoria del conjunto visitante por penales. Los fanáticos del Nacional ingresaron al campo para increpar a la terna arbitral, la cual recibió todo tipo de golpes, pese a contar con la presencia policial a su lado.
Los locales vencían por 1-0 al CSP, quien consiguió igualar el encuentro dentro de los siete minutos adicionales que agregó el colegiado Tiago Ramos quien, con ayuda de sus asistentes, había expulsado a un jugador del Nacional en el primer tiempo.
El duelo se definió en los penales. El Sportivo Paraibano se clasificó a la final al ganar por 5-4. La derrota no le sentó nada bien a los fanáticos, quienes ingresaron al campo para atacar a los árbitros.
Piñas, patadas, gases lacrimógenos y machetes. La policía reprimió a los agresores que, pese a su presencia en la cancha, alcanzaron a golpear a los jueces del partido. Las autoridades se llevaron detenidos a un hincha y al Presidente del club del Nacional.
El presidente del sindicato de árbitros de la región, Emanuel Diniz, mostró su apoyo hacia las víctimas y pidió un castigo ejemplar a los atacantes: "La dirección del Sindicato de los Árbitros de Fútbol del Estado de Paraíba estará solicitando el castigo severo de los involucrados en el acto de cobardía por parte de los dirigentes, miembros , atletas y aficionados del equipo del Nacional de Patos".
"El árbitro Tiago Ramos, los asistentes Crivalesco Marco, Gean Lima y el árbitro Laurismar Alves, responsables del mando del partido entre Nacional de Patos y CSP, por el Campeonato Paraibano Sub-19, fueron agredidos con golpes y patadas ", concluyó.
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