Después de cuatro temporadas en el Real Madrid, tres como titular indiscutible, Keylor Navas comenzó la temporada en la Casa Blanca con dos inquilinos más en la portería. La amenaza que lleva persiguiendo al costarricense desde que se puso la elástica merengue es real y tiene nombre y apellido: Thibaut Courtois. También se sumó el ucraniano Andriy Lunin, una apuesta de futuro del club que dejó buenas sensaciones en la pretemporada en Estados Unidos.
Keylor Navas aterrizó en Madrid tras encandilar a Florentino Pérez durante el Mundial de Brasil. Ese mismo verano, Courtois finalizó su préstamo de tres años en el Atlético de Madrid y volvió al Chelsea de la mano de José Mourinho, que no se dio el lujo de prescindir de él una temporada más. Pasaron cuatro temporadas completas desde aquel verano, ¿quién tiene mejores números en liga?
Ambos porteros llegaron para competir el puesto al mayor emblema en la portería de sus respectivos clubes: Keylor convivió con Iker Casillas en su primera temporada y Courtois tuvo que desplazar al mítico Petr Čech en su llegada a Londres. Su rendimiento a nivel estadístico fue muy parejo. El belga jugó 32 partidos más (consiguió hacerse imprescindible en menos partidos y el Chelsea rotó menos a sus porteros las siguientes temporadas), por lo que recibió una mayor cantidad de goles en total. Sin embargo, atendiendo al promedio por encuentro, los números se equiparan. En cuanto a palmarés total, no hay color. El del Pura Vida incluye tres Champions, tres Supercopas de Europa, tres Mundiales de Clubes, una Liga y una Supercopa de España. Por su parte, Thibaut conquistó una Copa de la Liga, una FA Cup y dos Premier Leagues. No ganó ningún título internacional. Cabe añadir que el Real Madrid y el Chelsea parten con aspiraciones, plantillas y presupuestos distintos.
Volviendo al rendimiento individual en competición doméstica, Courtois interviene menos que Keylor Navas. Siempre teniendo en cuenta los promedios por partido y no los números totales, el costarricense paró más pelotas por cada 90 minutos.
Las estadísticas no tienen en cuenta balones atrapados en centros laterales, por ejemplo. Un arte que, por cierto, aumenta la diferencia entre ambos arqueros. Courtois despliega una suficiencia insultante en pelotas aéreas. Mide 199 centímetros, catorce más que Keylor, algo que le llevó a capturar 24 esféricos en la temporada pasada y a encajar solo dos goles en jugadas de córner en los 35 partidos de Premier que jugó. Navas jugó 27, atrapó 11 balones aéreos y sufrió hasta seis goles en jugadas de tiro de esquina. El tico basa su eficacia debajo de los palos, achicando en el mano a mano con su velocidad para ganar terreno al delantero y actuando a fuerza de reflejos. Su principal problema: Courtois también domina el uno contra uno, los disparos a quemarropa y la agilidad automática para tapar huecos. Siendo más alto, no tiene problema para llegar a las esquinas por la manera que tiene de encarar de cuclillas a los rivales. Curiosamente, ninguno de los dos ofrece una fiabilidad absoluta para pelotas dirigidas entre las piernas.
Una de las principales críticas que se le achacan a la defensa del Real Madrid, escenificada en Keylor, es que no consigue acabar 90 minutos sin recibir gol. En las últimas cuatro temporadas, el costarricense selló el arco 28 veces en casi un centenar de partidos, lo que le da un promedio claramente inferior al de su homólogo belga: 48 partidos de 126 sin recibir gol.
El argumento difícil de rebatir de Keylor Navas está en su rendimiento en la Champions League. En los cuatro años que lleva en el Real Madrid, ganó tres Orejonas (las tres temporadas en las que fue titular). Mejoró sus números ligueros de goles encajados por partido y coleccionó 14 encuentros sin conceder gol en su arco gracias a la temporada impecable que concluyó en Cardiff con la Duocécima. En esa edición, Navas cerró el arco sin goles en nueve partidos. Thibaut defendió los colores del Chelsea en suelo europeo, un conjunto que no tiene el aura ni la historia del Real en esta competición. Jamás pasó de octavos. Su rendimiento fue mucho más pobre, encajó más de un gol por encuentro y mantuvo la puerta a cero cuatro veces en 16 partidos.
La realidad es que Keylor Navas siempre estuvo discutido en la portería del Real Madrid. Las estadísticas no son la verdad última, no todas las paradas son igual de importantes y en la opinión pública pesan errores grotescos como el que abrió los cuartos de final frente al Bayern de Múnich por una mala posición abandonado el primer palo en un tiro escorado o aquel balón que se le escurrió en el Bernabéu en el 0-3 de la Juventus que casi apea a su equipo en semifinales. Por alguna razón, al portero belga no le lastran tanto los goles de caño frente al FC Barcelona esa misma temporada.
Lo cierto es que dejó muy buen recuerdo en España, ganó una liga imposible con el Atlético de Madrid, y a pesar de que la luz de Thibaut pareció atenuarse en Londres, en la capital española confían en él. Tiene cinco años menos, es un viejo anhelo del conjunto merengue y se puso a tiro por 35 millones de euros; menos de la mitad de lo que costó su sustituto en Londres. El problema ahora es de Julen Lopetegui; el encargado de gestionar los minutos en la portería mejor protegida del planeta.
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