El luchador de UFC estaba conversando con un amigo en la puerta de una peluquería en diciembre del año pasado en Queens, Nueva York. Otro joven, conocido de su acompañante, se sumó luego a la conversación.
Segundos más tarde, dos hombres se acercaron y los miraron de forma amenazante. El tercer miembro del grupo les respondió, y uno de los otros le pegó un puñetazo. Así se desató una pelea que quedó registrada por las cámaras de seguridad, y que Jared Gordon acaba de difundir a través de su cuenta de Twitter.
El combatiente se vio forzado a intervenir e intercambió golpes y empujones con uno de los agresores, presuntamente miembros de una pandilla local conocida como G Stone Crips o GS9. En el forcejeo, rompieron la vidriera del establecimiento, lo cual le causó profundos cortes en tres dedos de una mano.
La pelea no duró mucho más, pero Gordon debió ser trasladado a un hospital para que lo atendieran. Los médicos tuvieron que darle 21 puntos de sutura.
La herida fue tan profunda que las secuelas perduran hasta hoy. Dos meses después del incidente, Gordon debió enfrentarse a Carlos Diego Ferreira en Austin, Texas. Con su mano en tan malas condiciones, perdió claramente el combate por la UFC.
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