Las obras del nuevo estadio del Tottenham Hotspur avanzan a pasos agigantados, pero los inversores y la constructora están preocupados que no se culminen los trabajos para la fecha estimada para la apertura.
El objetivo es que el 15 de septiembre el equipo reciba al Liverpool en su nueva casa, que reemplaza al White Hart Lane, demolido en 2017. Por eso, han aumentado las horas de trabajo de los obreros.
Según publica el Daily Mail, hay obreros que trabajan 16 horas al día, 12 horas seguidas y 80 horas semanales. Si bien esto implica un aumento de salario, esta directiva ha sido blanco de críticas por las autoridades.
Las alarmas se encendieron cuando un ex trabajador, cuya identidad se mantuvo en secreto, declaró en diálogo el periódico Construction News que "un accidente está a punto de ocurrir", debido a las exigencias bajo las cuales se trabaja.
Justin Madders, miembro del parlamento británico en representación del partido laborista, inició una investigación de "carácter urgente" para determinar las condiciones en las que trabajan los obreros.
El proyecto tuvo una inversión de 800 millones de libras (USD 1.049.848.000) y que incluye la construcción de 579 nuevas viviendas, un hotel de lujo, un centro de salud, museo y tienda de recuerdos, una instalación para deportes extremos, un supermercado y un colegio técnico.
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