Yerry Mina contó en diálogo con la revista Bocas cómo fueron sus primeras semanas de entrenamiento en el FC Barcelona, etapa en la que no solo debía demostrar que estaba a la altura del plantel, sino que además debía encajar en el vestuario.
Para romper el hielo y comenzar a dialogar con los referentes del equipo, el colombiano decidió armar una competencia de tiros libres con Lionel Messi y Luis Suárez.
"Cuando llegué, para generar buen ambiente, empecé a apostar con Messi y Suárez para ver quién pateaba mejor los tiros libres en el entrenamiento. Yo era por verlos. Cuando me di cuenta, todos los días me estaban quitando 50 euros. Y yo: '¡Cómo les estoy dando para el mercado a estos tíos!' Pero la verdad es que esos monstruos la ponen donde quieren. Son estupendas personas y unos magos", contó el zaguero.
Además, Mina reconoció que no fue fácil adaptarse al nivel de sus compañeros y que en un principio creyó que su decisión de arribar a uno de los mejores equipos del planeta podía volverse en contra: "Sentí por momentos que todo se me venía abajo, sentí que nada me salía, ni dar un pase en el entrenamiento".
Es que la falta de oportunidades en los partidos le pesaba en su mente: "Tan mal me veía que Paulinho y Coutinho me alentaban todo el tiempo y me decían: 'Tranquilo, que todo va a estar bien'. Yo entiendo que hay jugadores espectaculares, pero bueno, yo también quería tener un minuto. Pero no se dio".
Pero Mina, de 23 años, confirmó que su decisión de aceptar la oferta del conjunto catalán fue la correcta: "Este era mi sueño, ir al Barcelona. Podía ir a otros equipos, el Borussia me quería, otros de Alemania, Italia e Inglaterra se interesaron, pero no me arrepiento. He aprendido mucho y he mejorado como persona y como jugador".
Mientras tanto, desde la dirigencia del Barcelona analizan una posible cesión del zaguero, cuyo futuro podría ser en la Premier League debido al interés del Everton y del Manchester United.
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