Este domingo Mesut Ozil publicó en las redes sociales tres comunicados para finalmente anunciar que el Mundial de Rusia 2018 fue el punto final de su etapa en la selección de Alemania. A pocas semanas de la culminación del certamen que coronó a Francia, el volante decidió despedirse tras unos últimos días cargados de polémica que terminaron en su renuncia.
La lista de episodios en los que fue víctima son innumerables, pero en el último tiempo se multiplicaron por una fotografía que se tomó con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan. La imagen fue interpretada como un apoyo del futbolista a la reelección del mandatario y esto desencadenó una ola de críticas que el futbolista no toleró.
El futbolista de 29 años explicó que esa lectura es errónea, sino que se tomó la foto porque haberla rechazado hubiese significado una falta de respeto. Sin embargo, su explicación no calmó las aguas y la lluvia de insultos no cesó.
Mesut Ozil ha padecido sus raíces turcas desde que comenzó a vestir la camiseta del seleccionado alemán. Desde entonces, los agravios provenientes de algunos aficionados y también de figuras importantes del país europeo se han ido acumulando.
Uno de los casos más recordados es el de Frauke Petry, ex líder del partido de derecha Alternativa para Alemania, quién había estallado de bronca contra él en 2016. "Es una vergüenza que Mesut Özil, alguien con el que se identifican tantos niños y jóvenes, no cante el himno nacional", había declarado en una entrevista con el diario Die Welt am Sonntag.
Con los hinchas también protagonizó varios episodios. En los amistosos previos al Mundial de Rusia 2018 había sido pitado en varias ocasiones. Mientras que tras concretarse la eliminación del torneo en primera ronda, un grupo de alemanes lo insultaron y agentes de seguridad tuvieron que intervenir para calmar el cruce entre ellos y el futbolista.
Ozil además es musulmán y en 2016 peregrinó a La Meca antes de jugar la Eurocopa de Francia. En aquella ocasión sus fotos habían sido blanco de comentarios racistas por parte de cientos usuarios.
"Me tratan como si fuera diferente. En 2010 recibí el Premio Bambi. Como un ejemplo de integración exitosa en Alemania y su sociedad. Recibí el Silver Laurel Leaf en 2014 de la República Federal de Alemania y fui embajador de fútbol de Alemania en 2015. ¡Pero todavía no soy considerado alemán! ¿Cuáles son los criterios para ser un alemán aceptado? Mis amigos Lukas Podolski y Miro Klose nunca han sido calificados como alemán-polaco. ¿Por qué soy un turco alemán entonces? Este término divide a personas de diferentes nacionalidades en sus familias. Nací y crecí en Alemania. ¿Por qué la gente no me acepta como alemán?", escribió en uno de los comunicados.
En otro de los textos, el jugador del Arsenal hizo hincapié en el comportamiento del presidente de la Federación Alemana de Fútbol, Reinhard Grindel: "En los ojos de Grindes y sus defensores soy alemán, si ganamos Si perdemos, no soy más que un inmigrante".
Ozil se hartó del dirigente y disparó "Ya no serviré como chivo expiatorio por su incompetencia e incapacidad para hacer bien su trabajo ".
Hace algunos días, su padre salió a respaldarlo y había vaticinado lo que finalmente sucedió: "La herida es demasiado grande. ¿Quién sabe qué pasará en el próximo partido? En el lugar de Mesut, yo me retiraría".
Este domingo Ozil confirmó lo que se preveía y le cerró la puerta a la selección de Alemania tras tolerar años de racismo y discriminación por parte de dirigentes y aficionados.
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