Las extensas líneas de la carta de despedida que publicó Cristiano Ronaldo al mismo tiempo que se oficializaba su partida del Real Madrid no dejaron hendijas por las cuales encontrar los argumentos que lo motivaron a partir. Entre agradecimientos y saludos, no hubo fisuras en el mensaje de adiós de uno de los máximos ídolos de la historia "merengue".
A los 33 años y tras firmar otra de esas temporadas extraordinarias que ya se habían hecho rutina, decidió pegar el portazo para marcharse a una liga que en los últimos años permaneció bien lejos de sus páginas doradas. Juventus presenta batalla a nivel internacional, pero puertas adentro en Italia el desafío es ínfimo tras haber conquistado los últimos siete Scudetto.
Ante los flashes todo es cordialidad, pero por detrás las fibras exponen un desgaste entre la figura y los dirigentes. Una guerra de egos que terminó con la salida de uno de los exponentes máximos en la historia del Real Madrid.
SU SALARIO YA NO ERA EL DE UNA ESTRELLA
La primera chispa se puede visualizar un año atrás, momento en el que Lionel Messi acordó la extensión de su contrato con Barcelona, según expuso el diario español El País. Florentino Pérez prometió mejorarle el contrato al portugués luego de ganar la 12ª Champions League y así equipararlo al nivel de los mejor pagos del planeta.
El portugués dejó pasar unos meses y al ver la inacción dirigencial lanzó un primer mensaje de advertencia: "No quiero renovar mi contrato". El tiempo pasaba y Cristiano se alejaba de los salarios estelares de Neymar y Messi. Para colmo, jugadores de un menor impacto mundial como Alexis Sánchez o Paul Pogba empezaban a merodear sus números. Ya no se sentía valorado.
La relación de amor con Florentino entraba en su etapa terminal. Ya en 2012 había mostrado un primer fastidio también por las dilatadas negociaciones de renovación y la ausencia dirigencial en la gala UEFA, mientras Messi era acompañado por el presidente Sandro Rosell. Un nuevo cimbronazo se vivió dos años más tarde, cuando hizo público su malestar por las determinaciones del club durante el mercado de transferencias tras las partidas de Ángel Di María y Xabi Alonso.
La tensión tuvo algunos otros capítulos, pero se terminó de zanjar en noviembre de 2016 cuando llegó la esperada extensión del contrato hasta 2021. La paz duraría unos pocos meses. A grandes rasgos, hasta que Messi casi duplicó su propio salario en junio del 2017 y también el del luso.
LOS PROBLEMAS CON LA HACIENDA ESPAÑOLA
El contrato de Messi un año atrás no fue el único empujón rumbo a Italia que Cristiano sufrió por entonces. La Fiscalía había presentado una acusación por fraude al fisco de USD 16,5 millones entre 2011 y 2014. El luso iniciaba un tenso proceso judicial que lo puso en el banquillo de acusados y logró exponer ante el mundo una insólita versión con su angustiante declaración.
Su agente Jorge Mendes había iniciado el proceso de salida de España, mientras Ronaldo aguardaba un gesto del club. Comprensión, apoyo, respaldo. Nada de eso ocurrió. La tensión de uno y otro lado era más evidente.
Hábil declarante, decidió sembrar los problemas ante el mundo minutos después de haber ganado la Champions League: "En los próximos días daré una respuesta a los aficionados, que esos sí han estado siempre de mi lado. Fue muy bonito estar en el Real Madrid, en los próximos días yo hablaré".
Arropado por los rumores de su partida alrededor del mundo, no vaciló en mostrar su tono más burlón con Florentino en medio de los festejos de campeón. La relación, quedaba claro, estaba rota.
EL DESEO DE CONTRATAR A NEYMAR
"Estando en el Madrid tendría más facilidades de ganarlo. El Madrid es un club que da lo que necesita a un gran jugador. Todo el mundo sabe que yo ya quise ficharle en su momento". Florentino Pérez escogió un momento estratégico para elogiar a Neymar, como si tuviese la decisión tomada de quebrar por completo su vínculo con la estrella de la entidad.
El presidente se expresó tras la gala del Balón de Oro en París que coronó por quinta vez a Cristiano. La declaración de amor pública hacia el brasileño no hizo más que enojar al jugador franquicia, que sentía que su espacio en la institución ya no era el que pretendía.
Juventus irrumpió en la escena y él decidió que era el momento de partir luego de 9 años. Decidió llevar adelante el trámite en primer persona, negociar la rebaja de su ficha para que no sea inalcanzable. Los italianos desembolsaron poco más de USD 100 millones para adquirir a uno de los dos hombres que dominaron la última década del fútbol.
"Creo que ha llegado el momento de abrir una nueva etapa en mi vida y por eso he pedido al club que acepte traspasarme. Lo siento así y pido a todos, y muy especialmente a nuestros seguidores, que por favor me comprendan", fue su escueta explicación en la carta. El resto ya era historia.
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
"La carta de despedida de Cristiano Ronaldo tras confirmarse su pase a Juventus"
"Sergio Ramos despidió a Cristiano Ronaldo en las redes sociales con un particular apodo"