Por Daniel Arcucci
Si hay un recuerdo que uno se puede llevar de Rusia, y de Rusia 2018, es una matrioska. Las famosas muñecas que se insertan una dentro de otra. Pueden ir desde 3 y hasta 31, y muchos más, siempre que sea un número impar.
Impar ha sido este Mundial y está siendo este Mundial. Impar por su geografía, por su grandiosidad. Pero también impar por las sorpresas, e impar por las decepciones. Y de eso vamos a hablar, y vamos a utilizar la matrioska.
La más grande, la que contiene a todos, la mayor de las decepciones, tiene que ver justamente con las grandes potencias. Alemania, el gran candidato, quedó afuera en la primera ronda. Candidato, afuera. Argentina, candidato por historia y por Messi, pero candidato al fin, llegó penosamente a los octavos de final y penosamente se fue en los octavos de final. Lo curioso es que en esa instancia también se fue España, el otro de los candidatos. Y lo más curioso es que se fue prácticamente sin patear al arco. Y finalmente se fue Brasil también, ya en cuartos de final, pero con una imagen que tiene a Neymar más tirándose al piso que pateando al arco. Entonces, la primera de las decepciones, la más grande de las matrioskas, tiene que ver justamente con las grandes potencias.
Vamos a la segunda, la segunda matrioska. La segunda matrioska son los equipos sudamericanos.Hemos llegado al punto, de decir que ya esto no es el Mundial. Que esto es la UEFA World Cup Rusia 2018: todos europeos definirán el torneo y jugarán los famosos 7 partidos. Ahora bien, no es lo mismo Perú, eliminado en primera rueda y con un buen juego, que Argentina, que nunca encontró su identidad. No es lo mismo Uruguay y Colombia, que han tenido un proceso muy valorable, y que debieron definir su pase más adelante sin sus figuras que, por ejemplo, Brasil, que quedó en el camino. Es un llamado de atención. Y hay decepción para los equipos sudamericanos. Me pregunto: si a los jugadores sudamericanos se lo llevan los equipos europeos por su talento, ¿por qué cuándo juegan en la Selección lo que le pedimos es que corran, como sucedió con Messi?
Y ahí llegamos a la tercera matrioska. La más pequeña. Y es, justamente, la de las figuras. No ha sido este el Mundial de las figuras. Decepcionó Messi, sí señor. Decepcionó Cristiano Ronaldo también, aunque arrancó un poquito mejor que Messi. Ahora bien, ese partido eterno que juegan entre los dos, en realidad terminó empatado y no le sirvió a ninguno de los dos equipos, ni a Portugal, ni a la Argentina. Y Neymar, el tercero en discordia, en realidad justamente lo que generó fue discordia y no goles. Así que, haciendo uso de las matrioskas, hablamos de las decepciones del Mundial Rusia 2018: las grandes potencias, los grandes candidatos, afuera; los equipos sudamericanos, sin estar en la zona de definición; y las grandes figuras, tampoco.
SEGUÍ LEYENDO EN INFOBAE DEPORTES