El escocés Andy Murray se declaró en baja para el torneo de Wimbledon, que comienza este lunes, al considerar que no está lo suficientemente preparado como para participar en el Grand Slam sobre hierba, que ganó en 2013 y 2016.
De vuelta, luego de una operación en la cadera tras casi un año alejado de las pistas, el escocés había confirmado su presencia el sábado, pero mostrándose muy prudente por su estado de forma, afirmando que debía "tomar las cosas día a día".
Preguntado en conferencia de prensa sobre su eventual participación, Murray, de 31 años, respondió: "Sí, salvo si en los próximos días me despierto y no me encuentro bien".
El escocés estaba emparejado en primera ronda con el francés Benoit Paire (48º mundial) y, en caso de victoria, se presentaban en el horizonte más cercano el canadiense Denis Shapovalov (N.º 26) y el argentino Juan Martín Del Potro (N.º 4).
"Entreno a alto nivel, con mucha energía cada día, con algunos de los mejores jugadores del mundo", afirmó el sábado Murray, y explicó que comenzará este lunes a entrenarse en pistas de cemento y continuará con su rehabilitación para estar de vuelta en la gira estadounidense de superficie dura.
"Gracias por todos los mensajes de apoyo de hoy. Lo siento por cualquiera que se sienta decepcionado, pero tengo que ver el panorama general con respecto a mi salud en este momento, y he progresado mucho el último mes", escribió en su cuenta de Instagram junto a una foto en la que aparece con el pulgar para abajo.
Operado en enero, el doble campeón de Wimbledon regresó a la competición el 18 de junio, después de casi un año de ausencia que lo hizo caer al puesto 156 del mundo.
En Queens, fue superado por el australiano Nick Kyrgios. Y en Eastbourne, eliminó al suizo Stan Wawrinka, pero cayó en la segunda ronda ante su compatriota Kyle Edmund.
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