No son el mejor equipo de la historia de la NBA, pero todavía hay tiempo para que eso se decida. Los Golden State Warriors se han consagrado campeones por segundo año consecutivo y es difícil recordar un equipo más dominante. Ya podrían ser el mejor equipo de la era moderna y todavía tienen varios años para seguir rompiendo récords y cosechando más títulos.
Su tercer título en cuatro años agigantan la dinastía de los Warriors, quienes han construido un legado que los pone en la mesa juntos los mejores equipos de la era moderna, como los Lakers de Magic Johnson; los Celtics de Pierce, Allen y Garnett; los Bulls de Michael Jordan o los Spurs de Tim Duncan y los Miami Heat de LeBron, por nombrar algunos. Han logrado imponer su jerarquía y, quizás si no hubiera sido suspendido Daymond Green hace dos años, podría haber logrado una seguidilla de trofeos sin precedentes.
Todo comenzó en 2015 con el primer título obtenido por el grupo liderado por Stephen Curry, Klay Thompson, Daymond Green y Andre Iguodala. A la temporada siguiente estuvieron cerca de volver a ganar el campeonato y, aunque no lo consiguieron, establecieron el récord de la NBA de la mejor temporada regular de todos los tiempos con 73 victorias.
Cuando Kevin Durant se unió a la franquicia se convirtieron en los amplios dominadores del juego. Su marca de 16-1 en los playoffs de 2017 fue todo un hito. Y han revalidado ese título estableciéndose como una de las mejores formaciones de todos los tiempos, incluso imponiéndose ante la figura de otro mito: LeBron James. La estrella de Cleveland Cavaliers ha combatido con ellos cuatro años seguidos y los conoce mejor que nadie.
Los Warriors han creado una armonía fantástica dentro del campo. Tienen un juego asociado muy efectivo, una fortaleza mental superior y sólida química de grupo central que permiten una rotación sin fisuras. El aporte de Kevin Durant como jugador agregado al equipo campeón hizo que se roce la perfección. Hay quienes insisten que es una ventaja injusta
El estratega de este equipo es Steve Kerr, quien ha ganado cinco anillos en sus días de jugador y ha conseguido un tercero como entrenador. Haber jugado en equipos campeones como los Bulls y los Spurs le da una perspectiva que pocas personas tienen. Ha sabido transmitir su experiencia y los conceptos acuñados en su exitosa carrera deportiva para gestionar un elenco que se ha transformado en una máquina ganadora.
Han barrido a los Cleveland Cavaliers por 4-0 en la serie final, algo que no sucedida desde que los Spurs también lo hicieron ante la franquicia de Ohio en la primera temporada de LeBron (2006-2007). Ese puede ser el ingrediente que endulza esta consagración, que también ha llegado de forma un poco más sacrificada por la fatiga de la temporada regular y el desafío de ganarle a Houston, sacando adelante una desventaja de 3-2 en las finales de conferencia. El séptimo juego ante los Rockets también es un condimento importante.
Aquí están los Golden State Warriors otra vez, en las finales por cuarto año consecutivo, firmando el bicampeonato y golpeándole la puerta a la historia de la NBA para dejar su legado.
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