Los focos de la última jornada de la Serie A italiana estaban puestos en el Allianz Stadium, donde el legendario portero Gianluigi Buffon dijo adiós a la Juventus. El triunfo del equipo turinés por 2-1 ante el Chievo Verona y la celebración del Scudetto pasaron a un segundo plano porque los aficionados se despidieron de su gran capitán, una leyenda viva del fútbol.
Buffon ya saltó al campo en la previa del partido con los ojos vidriosos, acompañado por su esposa, Ilaria D'Amico, el hijo de ambos, Leopoldo Mattia, y con Louis Thomas y David Lee, los otros dos hijos del guardameta con su ex mujer, Alena Seredova. Luego salió al césped listo para el partido acompañado por sus niños.
El partido transcurrió con normalidad, con varias ovaciones para el arquero de 40 años que ha defendido la portería de la Juventus durante 17 temporadas. En el minuto 63, Allegri decidió reemplazarlo y las lágrimas brotaron en muchos de los hinchas, incluso en sus hijos que también estaban en la grada. Hubo emotivos abrazos con varios de sus compañeros después y también con algunos rivales.
Lo primero que hizo fue sentarse en el banquillo, pero después salió a dar la vuelta al estadio para saludar a todos los fanáticos que estaban a su alcance. Camino por las gradas estrechándole la mano a muchos aficionados. Un gesto de grandeza que ilustra de pies a cabeza a una leyenda viva del fútbol mundial.
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