La extraordinaria historia de "Ginetaccio", como se conocía popularmente al gran campeón ciclístico Gino Bartali, salvador de más de 800 judíos durante el Fascismo al esconder papeles para sus salvoconductos en su bicicleta, apareció con más fuerza en estas horas luego de ser homenajeado durante el 101 Giro de Italia, que comenzó el viernes y por primera vez, fuera de Europa, en Jerusalén.
El Giro de Italia cambió de formato y de sede inaugural por Israel a partir de la aparición de la empresa Comtek y de su líder, Danny Benamin, el mismo que llevará a la selección argentina a jugar un amistoso ante la israelí el próximo 9 de junio, y que también aspira a llevar a su país al Eurobásquet y al torneo europeo de fútbol sub-21.
Bartali, gran campeón ciclístico en los años treinta y cuarenta y profundamente católico, obtuvo nada menos que tres Giros de Italia y dos Tour de France, uno en 1938 y el otro en 1948, pero especialmente el primero, al igual que lo que ocurrió con el Mundial de fútbol ganado por Italia en Francia en ese mismo año, sirvió para la gran publicidad del Fascismo, y entonces se llegó a vincular a este deportista con ese movimiento.
Sin embargo, todo cambió en 2003, tres años después de su muerte, cuando dos periodistas italianos lograron que se conociera el testimonio de la familia Goldenberg, parte de la cual estuvo escondida en un convento, pero la otra parte directamente lo hizo en un departamento de Bartali en Florencia. A partir de este testimonio, fueron sumándose otros de distintas familias de origen hebreo, corroborando la información.
A partir de su profundo catolicismo es que el arzobispo de Florencia, Elia Dalla Costa, se acercó para contactarlo y ofrecerle formar parte de la red clandestina creada por el líder de la organización, Giorgio Nissim.
Lo que el renombrado ciclista tenía que hacer era colocar debajo de su asiento distintos documentos que fueran usados como salvoconducto de judíos (fotos, dinero, pasaportes) para ser entregados a otro miembro que los esperaba al final del supuesto entrenamiento por las carreteras secundarias de Toscana y Umbría (especialmente recorría la distancia de unos 200 kilómetros entre Florencia y Asís), cuando nadie podía sospechar de sus movimientos, que además realizaba con una camiseta que llevaba inscripta su nombre.
Al conocerse estos datos, Bartali fue designado Justo entre las Naciones, título que se le otorga a no-judíos que salvaron a judíos de la Shoa, por Yad Vashem, el Museo del Holocausto de Jerusalén en 2013, y fue declarado Ciudadano de Honor en Israel un día antes del inicio del Giro de Italia.
Lo más increíble es que su familia actual desconocía estos hechos. Gioia Bartali, que recibió el reconocimiento a su abuelo, jamás había oído de esta actividad cuando lo homenajearon en el Jardín de los Justos. Muchos ciclistas del Giro homenajearon a Bartali pedaleando juntos en su honor en el Monte del Recuerdo (Har a Hazikaron).
En esa ceremonia, el Ministro Para Jerusalén, Zeen Elkin, manifestó que "hace dos mil años, los judíos nos marchamos de Jerusalén por culpa de Roma. Volvimos, y ahora son los italianos los que vienen a Jerusalén".
El histórico Giro de Italia que comenzó el viernes pasado consta de tres etapas israelíes, descanso el martes y, luego, 18 etapas italianas hasta terminar en Roma el 27 de mayo.
La primera etapa en Israel fueron 9,7 kilómetros por la parte oeste de Jerusalén hasta la Ciudad Vieja; la siguiente, de 167 kilómetros, desde Haifa, pasando por Acre hasta llegar a Tel Aviv; y la tercera, de 229 kilómetros desde Beersheva hasta Eilat, pasando por el cráter Ramón, el más grande del mundo, atravesando la zona del Néguev.
Este Giro de Italia, el primero que comienza fuera de Europa, está envuelto en la posibilidad de que, en plena competencia, antes de su finalización el 27 de mayo, el Tribunal Antidoping falle sobre el resonante caso del inglés Chris Froome (Sky), por un exceso de salbutamol en un control de la Vuelta de España de 2017, ganada por él mismo.
El favorito de este Giro, de 176 corredores de 22 equipos, es el holandés Tom Domoulin (Sunweb), quien pertenece al movimiento "Por un Ciclismo Creíble" en el que justamente no está Sky, el equipo de Froome, ni otras diez escuderías de la competencia.
Los otros favoritos para la "maglia rosa" son el colombiano Esteban Chaves, del equipo Mitchelton-Scott, su compañero de escudería, el inglés Simon Yates, el italiano Fabio Aru (Emirates) y el francés Thibaut Pinot (Groupama).