Un gran porcentaje de los clientes que consumen un café o algún producto de pastelería en Tuts Bakery & Cafe, una bella cafetería de Palo Alto, California (Estados Unidos), no sabe que la persona que los atiende fue un reconocido futbolista, héroe de su país en la Copa Mundial de la FIFA de Corea-Japón 2002, donde anotó el gol más rápido de la historia de los Mundiales. Él recoge tazas y limpia las mesas como si nunca hubiera enfrentado a Ronaldo, Rivaldo y el resto de los campeones del mundo que consiguieron la quinta estrella de Brasil. A Hakan Şükür nadie le quitará esas experiencias, pero hoy su vida es radicalmente diferente a la de un ex jugador estrella.
Şükür fue uno de los mejores futbolistas de la historia de Turquía pero la situación política de su nación lo obligó a exiliarse en tierras norteamericanas. En entrevista para The New York Times, el ex jugador del Inter de Milán, Torino, Parma, Blackburn Rovers, y Galatasaray, dio detalles sobre sus días y contó cuáles son sus planes a futuro.
Del éxito al exilio en Turquía
Fue parte del sorprendente equipo que consiguió el tercer lugar en Corea-Japón en 2002, certamen en el que estableció el récord del gol más rápido de los Mundiales al anotar a los 11 segundos frente a Corea del Sur. Al día de hoy, es el segundo jugador con más presencias en la selección (112 partidos) y el máximo goleador histórico con 51 tantos. Es todo un héroe para el deporte de su país.
En sus días de atleta, sobre todo cerca de su retiro en 2008, ganó mucha popularidad en la población y se unió a la política. En 2011 ingresó al Parlamento turco por la formación política AKP, partido del actual presidente Tayyip Erdogan. Pero tres años más tarde renunció por supuestos escándalos de corrupción y cercanía con el mandatario se convirtió en enemistad.
Se marchó a Estados Unidos en 2015 y un año después un Golpe de Estado se llevó a cabo en Turquía en contra del régimen de Erdogan, pero solo quedó en un intento. El gobierno tildó a Şükür de responsable de planearlo junto al opositor Fethullah Gülen. Hakan insultó a Erdogan por Twitter y eso le valió una orden de arresto en su contra, por lo que no puede regresar a su país.
"La oscuridad no dura para siempre. Confío en que un día regrese la luz. Hubiera tenido una buena vida si hubiera hecho lo que el gobierno quería. Han controlado a los medios para manipular la percepción que tiene la gente sobre mí. Tal vez un día regrese, pero por ahora vendo café", dijo el ex futbolista a The New York Times.
Pero Hakan Şükür no se conforma con tener su negocio propio y aún es un apasionado por el fútbol. Juega en un equipo local del barrio en el que reside y su sueño es abrir una academia para las nuevas generaciones.
"Por el momento hay un par de inversores. Pero ahora la gente tiene miedo de ser vista conmigo. Estoy dispuesto a trabajar con inversores y deportistas estadounidenses. Siento que puedo contribuir. Tengo muchas redes, en Europa y en el mundo. Creo que puedo contribuir mucho", explicó.
Su visa de trabajo expirará en 2020, por lo que ya ha comenzado a tramitar su residencia permanente.
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