Iban 17 minutos del complemento de un encuentro que estaba 2-2 en el Olímpico de Roma. El anfitrión pudo llegar a disponer de una chance neta para quedar a dos tantos de igualar la serie frente al Liverpool, pero el árbitro no vio la mano dentro del área de Trent Alexander-Arnold tras el tiro de Stephan El Shaarawy.
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Ni el esloveno Damir Skomina -ni ninguno de sus asistentes- consideró como un encuentro casual el del balón y la extremidad del defensor del conjunto británico. Hubo reclamo generalizado por parte de los italianos, pero no hubo caso ni marcha atrás.
La jugada polémica se dio a solamente 24 horas de la mano de Marcelo dentro del área del Real Madrid, en la otra revancha por las semifinales de la Champions League contra el Bayern Munich, en el estadio Santiago Bernabéu.
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Vale mencionar que en el inicio del segundo tiempo, con el partido 2-1 a favor de los ingleses, Edin Dzeko fue derribado en el área por el arquero de los Reds. El colegiado se disponía a pitar la pena máxima, pero el asistente cobró un offside inexistente.
Ya en tiempo de descuento, Ragnar Klavan impidió con un brazo el recorrido del balón y esta vez sí sancionaron penal para la Roma, cambiado por gol por Nainggolan: fue el 4-2 definitivo.
Los arbitrajes en Europa quedaron bajo el ojo de la tormenta después de estas jugadas.
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