Cuneyt Çakir tiene 41 años, es árbitro FIFA desde 2006, está entre los seleccionados para dirigir en Rusia 2018, dentro de los 10 mejores árbitros europeos. No sería extraño, entonces, que aparezca dirigiendo a la Selección argentina si alcanza los octavos de final del certamen.
Y en un partido decisivo y con mucha atención por parte de todo el planeta como la semifinal entre Real Madrid y Bayern Múnich, cometió un error que cambió el resultado del partido: omitió el penal por mano de Marcelo sobre el final de la primera etapa.
Cuando encontramos dos equipos cuya propuesta es jugar, sin marcaciones pegajosas y haciendo zona en las áreas, sólo tenemos que encontrar que el arbitro, en el proceso de toma de decisiones, tenga respuestas acertadas
Y, en las dos jugadas en las que debió actuar en el área del local, tuvo resultado dispar. En la primera, a los 17 minutos de juego, acertadamente desestimó una solicitud de falta a Lewandowski que no existió.
Pero en la segunda jugada, a los 46′, tuvo su error que influyó en el resultado final: no sancionó un penal por una mano deliberada de Marcelo, luego del centro de Kimmich, que cumplimenta toda las solicitudes técnicas para su sanción.
La mano buscó la trayectoria del balón, ampliando el volumen del cuerpo, logrando su objetivo de no permitir que la pelota siguiera su trayectoria.
Luego tuvimos un segundo tiempo donde recién apareció la primera tarjeta disciplinaria a los 17 minutos de la segunda etapa (a Luka Modric) y las siguientes también resultaron acertadas. Quedó en deuda en lo disciplinario a los 28′, ante una falta temeraria de un futbolista del Bayern, que mereció cartón amarillo.
En el resto del desarrollo no tuvo inconvenientes, pero su calificación sólo fue regular (4) producto del error que cambió el resultado final, hecho fundamental a la hora de calificar un arbitraje.
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