Los pilotos del equipo Red Bull, el holandés Max Verstappen y el australiano Daniel Ricciardo, han recibido senas reprimendas por parte de los comisarios del Gran Premio de Azerbaiyán por las colisión que acabó con ambos fuera de carrera.
Ambos pilotos fueron convocados por los comisarios inmediatamente después de la carrera en Bakú para examinar si alguno de ellos había sido culpable de su incidente en la curva 1.
Tras las conversaciones con los pilotos y los representantes del equipo, los comisarios consideraron que tanto el australiano como el holandés fueron igualmente culpables de lo ocurrido, lo que dio lugar a que ambos recibieran sus primeras reprimendas de la temporada.
Christian Horner, jefe del equipo Red Bull, compareció ante los periodistas: "Los pilotos deben admitir que hoy la han cagado. Han de disculparse con los miembros del equipo. En las reuniones previas hablamos sobre el espacio que debían mantener".
En una declaración emitida por los comisarios, éstos apreciaron que Verstappen hizo dos movimientos para defender su posición, pero agregaron que Ricciardo también tuvo parte de culpa en lo que sucedió al frenar tarde.
El australiano y el holandés, que estuvieron compitiendo durante toda la carrera, colisionaron en la vuelta 40, cuando el australiano intentaba adelantar a su compañero, que cambiaba varias veces de dirección para protegerse, y terminada siendo arrollado por detrás.
"Solo quiero pedir perdón al equipo. He visto varias repeticiones y tengo que ver un par más. La prioridad ahora es disculparse con el equipo, no señalar con el dedo. En ese punto ciego es difícil ver. Nos hemos tocado ya acabó con la peor situación posible. No es positivo", explicó Ricciardo tras la carrera.
Verstappen, por su parte, dijo que el choque fue "algo muy malo para el equipo" y agregó: "No importa de quién haya sido la culpa. Había mucha gente trabajando en el coche para tenerlo en carrera y un choque entre compañeros no es lo que quieres".
(Con información de EFE)
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