Tiene 19 años, se llama Stefano Tsitsipas, ocupa el puesto 63 del ránking mundial y es el primer griego que llega a una final de un torneo de la ATP desde 1973. Hoy se enfrentará al español Rafael Nadal, el número uno del mundo, el 'rey de la tierra batida', en la final del Barcelona Open BancSabadell-Trofeo Conde de Godó.
"Si llego a jugar la final contra Nadal será uno de los mejores días de mi vida", reconoció antes de enfrentarse al también español Pablo Carreño, quinto cabeza de serie del torneo y al que derrotó, 7-5 y 6-3, en una hora y 35 minutos.
Tras acceder el sábado a su primera última ronda, Tsitsipas añadía algo más sobre su enfrentamiento con el balear: "He visto más partidos de Nadal que míos. Será como recibir una clase gratis sobre tierra batida".
"Si me deja dársela, se la daré encantado", respondía Nadal poco después. Ambos bromeaban. El ateniense, un jugador espigado (mide 1,91 metros y pesa 83 kilos), con un aspecto que recuerda al de otro joven talento del circuito como Alexander Zverev, ha pasado como un vendaval por este Godó. No se conforma con salir mañana a jugar un rato ante el diez veces ganador del torneo, y Nadal lo sabe.
Tsitsipas disputará su primera final en el circuito profesional. Lo hará en el RCT Barcelona-1899 y en la pista que lleva el nombre de su adversario, al que ya considera una leyenda.
Nadal no ha cedido ningún parcial en el torneo. No lograron robarle ningún set ni sus compatriotas Roberto Carballés y Guillermo García-López ni el eslovaco Martin Klizan ni el belga David Goffin, décimo jugador del ránking mundial y a quien barrió de la pista, (6-4 y 6-0) en una hora y veintidós minutos, para lograr su victoria 400 en el polvo de ladrillo.
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