"Somos como nos ven, tenemos los pies en el suelo", reconoció hace un par de años Anna Ortiz, la bella mujer española que estudio derecho y trabajó como diseñadora de interiores, además de ser la esposa de Andrés Iniesta.
Con 32 años, uno menos que su marido, tiene un nivel mediático prácticamente desconocido. Se rehúsa a la idea de ser conocida como "la esposa de…". Rechazó varias propuestas publicitarias y no aparece en los negocios extra deportivos del "El Cerebro". Ella vive por y para su familia, conformada por su esposo y sus tres hijos: Valeria, Paolo y Siena.
"Papi, admiración hacia ti es lo que sentí desde el primer día. Nos has demostrado lo imparable que eres en tu profesión, lo mucho que deberíamos aprender de ti se queda corto aquí plasmado. Que esto no fue un golpe de suerte, esto es el fruto de tu constancia, empeño y tesón", escribió en su cuenta de Instagram junto a una foto de Iniesta en la conferencia de prensa en la que anunció su despedida del Barcelona
"Cabezón hasta la médula; "conseguirás todo lo que te propongas, dices" y vas tú y haces que esta frase pase de ser de un dicho a un hecho. Tú lo haces creíble. Admiro toda tu persona, eres el papá inimaginable, mi compañero de vida. Y como lo mejor esta siempre por llegar, vamos a escribir esta nueva historia juntos de la mano, que de seguro va a ser magica. Como tú. Te quiero! Te queremos!", concluyó.
El amor entre ambos floreció un 23 de junio del 2007, conocido como "la noche de San Juan". Fue amor amor a primera vista, por lo menos del joven futbolista de 23 años que la vio detrás de la barra de un bar. "Nos habían avisado de que iba a ir Iniesta esa noche, pero yo no sabía muy bien quién era", confesó ella en una de las pocas entrevistas de radio que brindó. Ella estaba reemplazando a una amiga que trabajaba allí.
"Conseguirás todo lo que te propongas, dices", escribió su mujer en la publicación, y así fue desde ese momento en el que "El Cerebro" le pidió el teléfono de ella a un amigo en común. "Hola, soy Andrés, nos conocimos la otra noche", decía aquel primer mensaje.
Cinco años después rompieron con su bajo perfil para celebrar a lo grande su boda. En julio del 2012 festejaron en el Castillo de Tamarit junto a una gran parte del equipo y de la selección de España, además de amigos y familiares.
La planificadora de aquella fiesta, Asun Antó, aseguró a Vaniatis que "es gente sencilla, de verdad. Ella es encantadora". La familia, junto a sus tres hijos, vive en Ciudad Diagonal, una zona ubicada en Esplugues de Llobregat (Barcelona), a pocos metros del campo deportivo del Barcelona.
Hoy, la bella mujer española le dedica gran parte del tiempo a sus hijos, además de haber comenzado un protocolo de entrenamiento personal de origen alemán: Freeletics, del que suele compartir imágenes en sus redes sociales.
"Somos como nos ven. Tenemos los pies en el suelo. Lo único complicado de este trabajo es el calendario, cuadrar las fechas, pero nosotros seguimos estando en nuestro mundo. Sigo con mi gente, mi familia, mis amigos", remarcaba Anna Ortiz, la esposa del futuro ex jugador del Barcelona.
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