La cruel caída este domingo del maratoniano escocés Callum Hawkins suscitó la polémica y dejó un sabor amargo en el último día de los Juegos de la Commonwealth, dominados por el país anfitrión, Australia, con 80 medallas.
Bajo un sol plomizo y con 30 grados de temperatura, el corredor que lideraba la carrera con cerca de dos minutos respecto a sus perseguidores, sufrió un primer desfallecimiento luego de dos horas corriendo.
Tras proseguir la marcha, Callum Hawkins recorrió varios metros tambaleándose, antes de caer de nuevo, a falta de dos kilómetros para meta, sin un gramo de fuerza en las piernas.
La polémica nació del comportamiento de los espectadores, acusados de haber tomado fotos del deportista cuando se hallaba tirado en el suelo en lugar de haberle ofrecido ayuda.
"Estoy preocupado por el comportamiento de un pequeño grupo de espectadores que prefirieron sacar fotos", lamentó el organizador Mark Peters, afirmando que esa acción va "en contra del espíritu de los Juegos".
Hawkins, de 25 años, fue finalmente conducido al hospital. Su equipo afirmó después que su estado de salud no era preocupante.
Finalmente fue el australiano Michael Shelley el que se llevó la victoria, después de adelantar a Callum Hawkins en el momento de la llegada del equipo médico.
El país anfitrión concluyó la cita con 80 medallas, muy por delante de Inglaterra (45).
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