Otro novato ha cumplido su sueño de debutar en la NBA. Pero no es uno más. En su cabello se vislumbran algunas canas y no tiene un rostro juvenil. Tiene 32 años, edad en la que algunos ya dejan de jugar profesionalmente. Se llama Andre Ingram y este martes hizo su estreno en la élite del baloncesto con una brillante actuación: 19 puntos con 6 de 8 tiros de campo y 4 de 5 triples.
Su emotiva historia comienza en 2007, luego de su carrera universitaria en Washington, cuando no fue seleccionado en el Draft. Allí comenzó su camino en la Liga de Desarrollo, actualmente conocida como G-League, donde estuvo jugando durante 10 años. Se inició en Utah Flash, y en 2011 pasó a Los Angeles D-Fenders, que desde esta temporada son los South Bay Lakers.
Incluso jugó en Australia —solo dos partidos con Perth Wildcats y volvió a los Estados Unidos— y le recomendaron más de una vez irse a jugar a Europa, donde podría ser profesional y ganar dinero. Pero no. Este licenciado en Física y apasionado por las matemáticas no perdía las esperanzas de jugar en la NBA, y continuó en la Liga de Desarrollo, donde el pasado mes de noviembre cumplió una década. Ha disputado 384 partidos y es el líder histórico en triples con 713 (46,1% de efectividad).
Esta semana, ya sin partidos por delante en el calendario con South Bay Lakers, lo convocaron a una reunión de final de temporada. Todo indicaba que sería el final, pero había una gran sorpresa para él: Los Angeles Lakers le ofrecieron un contrato por 10 días para jugar los dos últimos partidos de la temporada regular de la NBA. Allí estaba Magic Johnson, presidente de la franquicia angelina, quien le dio la bienvenida.
A los 32 años, 4 meses y 23 días, Andre Ingram logró su sueño. Transitó un largo camino, pero lo consiguió. Comenzó en la banca ante Houston Rockets, pero jugó 29 minutos y anotó 19 puntos, con un sobresaliente 75% de efectividad de tiros de campo y 80% en triples.
El público lo ovacionó en todo momento y lo despidió al grito de "¡MVP! ¡MVP!". Justamente, James Harden, quien es uno de los grandes candidatos a MVP, destacó su gran actuación: "Lo de Ingram fue impresionante, se lo vio lleno de confianza, hizo grandes tiros". En el vestuario, el entrenador Luke Walton le dio un fuerte abrazo y le entregó la pelota del partido.
"10 years…. Helluva opening night"
The game ball 🏀 could only go to one person. Thank you for inspiring us all, Andre Ingram! #ThisIsWhyWePlay pic.twitter.com/4NwSUpUykC
— Los Angeles Lakers (@Lakers) April 11, 2018
Su cuento de hadas aún no acaba, ya que todavía los Lakers deben enfrentar este miércoles a los Clippers en el Staples Center. Aunque posiblemente sea su último partido en la NBA, Ingram ha dejado una gran lección: nunca es tarde para cumplir un sueño.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: