Tras el escándalo del que fue protagonista Conor McGregor durante una conferencia de prensa en la que intentó a agredir al luchador ruso Khabib Nurmagomedov, el deportista se entregó a la policía de Nueva York.
El irlandés podría enfrentar cargos por los daños ocasionados a un autobús de Nurmagomedov en donde resultó herido Michael Chiesa, un luchador estadounidense que estaba adentro del vehículo y que sufrió cortes producto del estallido de uno de los vidrios.
Luego del incidente, que ocurrió en un estacionamiento del Barclays Center de Brooklyn, a donde McGregor llegó a acompañados por una decena de hombres, la policía de Nueva York intentó comunicarse con el luchador para que se entregara.
"La organización denuncia que el incidente es completamente inaceptable y está trabajando en las medidas que se tomarán" dijo la UFC en comunicado.
Además, la UFC vetó a McGregor a sus acompañantes al evento de este fin de semana: "Los individuos que estuvieron involucrados en el incidente no serán bienvenidos al pesaje de mañana (viernes) ni al evento principal del sábado en el Barclays Center".
El presidente de la UFC, Dana White dio detalles de lo sucedido con McGregor y sus acompañantes: "Entraron a la arena, llegaron a los camiones y comenzaron a atacar los camiones aventando cosas, rompieron una ventana, cortaron muy fuerte a Chiesa, Rose Namajunas casi fue golpeada. (McGregor) Se molestó mucho y se fue caminando al hotel y rompieron el nudillo de un empleado del UFC".
Esta reacción de McGregor habría sido una reacción luego de que Nurmagomedov revelara en diálogo con TMZ que el ex campeón de UFC se había negado a enfrentarlo: "Necesitaba a Conor, él es campeón. Pero una decepción porque cuando la UFC lo llamó, dijo que 'no estaba preparado para la pelea". Por eso, su rival será Max Holloway, actual campeón de peso pluma, y el ganador se quedará con el cinturón que UFC le quitó al irlandés.
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