El púgil británico Anthony Joshua celebró la 21ª victoria de su carrera pero con una particularidad: por primera vez no consiguió la victoria por intermedio del nocaut.
La sensación de los pesos pesados se impuso de manera unánime en las tarjetas al boxeador neozelandés Joseph Parker en el Stadium de Cardiff que agotó sus 78 mil butacas con la expectativa de un combate que tenía sobre el ring a dos deportistas que llegaron hasta aquí invictos.
Joshua había ganado sus 20 peleas anteriores antes del límite, pero se topó con un rival con mucha resistencia y escurridizo. En ningún momento, el gigante británico de 1,98 metros consiguió arrinconar al oceánico.
Sin embargo, alguna buena combinación de golpes, especialmente entre el 4° y el 5° round, junto diferentes intervenciones sobre el cierre, justificaron su triunfo y la unificación de las cuatro coronas de la categoría que había en juego.
Parker, de 1,93 metros y 26 años, sufrió una derrota por primera vez en su carrera luego de triunfar en 24 ocasiones –18 antes de la campana–. Sin embargo, podrá ostentar el mote de no haber sido derribado en ningún momento por uno de los boxeadores del momento que sí consiguió esa meta con todos sus anteriores adversarios.
Joshua, a sus 28 años, cuenta en su historial con un resonante triunfo ante el poderoso ucraniano Wladimir Klitschko. En Gales puso en juego sus coronas de supercampeón de la Asociación Mundial (AMB), la Federación Internacional (FIB) y la Organización Internacional (OIB)–. Sin embargo, con la victoria se apropió del título de la categoría de la Organización Mundial (OMB) que presentó su contrincante.
Tras haber cumplido con este reto, el campeón olímpico de Londres 2012 podría enfrentarse al estadounidense Deontay Wilder en el futuro.
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