La selección de Chile inició con el pie derecho la nueva etapa con Reinaldo Rueda como entrenador. Tras no clasificarse para el Mundial de Rusia 2018, logró un buen triunfo frente a Suecia en Estocolmo y dejó buenas sensaciones para el futuro.
Tras una semana agitada por la ausencia voluntaria del capitán Claudio Bravo en la convocatoria, Chile completó un partido prometedor y en líneas generales fue mejor que su rival, sobre todo en una primera parte en la que mereció más. Las novedades impuestas por Rueda fueron Enzo Roco y Guillermo Maripán en el centro de la defensa, y Ángelo Sagal en uno de los extremos.
La primera ocasión chilena fue un buen disparo cruzado de Edu Vargas, que fue desviado al tiro de esquina. En el saque de esquina, el rechazo le quedó en el borde del área a Arturo Vidal, que elevó la pierna y se sacó un remate tremendo junto al ángulo.
Poco había mostrado hasta entonces Suecia, pero consiguió el empate. Emil Forsberg, su jugador más talentoso, se asoció bien al borde del área con Claesson y Toivonen, quien no perdonó y colocó el empate dos minutos después del tanto chileno.
La Roja se refrescó con las modificaciones que hizo Rueda y se llevó el triunfo a dos minutos del final del partido. Castillo tuvo frialdad para dar el pase en el momento justo a Alexis Sánchez, que se quedó solo frente a Nordfeldt. El guardameta sueco desvió el tiro, pero en el rebote apareció Marcos Bolados para fusilar sin oposición.
Fue el 2-1 definitivo para Chile, que no pudo clasificar a la Copa del Mundo pero se empieza a reconstruir con la esperanza de volver ser ese gran equipo que salió campeón de América en 2015 y 2016.
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