El partido entre el Go Ahead Eagles y el De Graafschap, por la jornada 27 de la segunda división holandesa, fue el escenario de un penoso episodio en el que un grupo de ultras atacó salvajemente a los jugadores visitantes, tras ver como su equipo caía por 4-0.
Con la intención de defenderse, algunos de los futbolistas implicados atacaron a los aficionados que ingresaron al campo con el rostro cubierto. La policía intervino y pudo arrestar a siete fanáticos.
Después de ver como su equipo caía por 4-0 en su propia cancha, los ultras del Go Ahead Eagles quisieron descargar su frustración con los futbolistas del De Graafschap. Hubo golpes de ambos lados hasta que el personal de seguridad logró detener a los intrusos.
Posteriormente el club de los violentos seguidores emitió un comunicado en el que condenaba los hechos y aseguraba que se iban a tomar medidas contra los implicados: "El club está profundamente avergonzado y hará todos los esfuerzos posibles para tomar las medidas adecuadas contra los responsables", afirmaba la institución en sus redes sociales.
El comunicado no sólo estaba destinado a lo que sucedió al término del encuentro, sino también a lo que pasó en el inicio, ya que el partido tuvo que ser retrasado 10 minutos a causa del uso indebido de pirotecnia de sus socios.
Con la victoria, el equipo de la ciudad de Doetinchem logró ascender al sexto lugar de la segunda división holandesa y se puso a 11 puntos del líder Jong Ajax. El conjunto local, en cambio, permanece en la decimoséptima plaza con 26 unidades.
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