La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) lanzó una licitación para contratar a una agencia para la comercialización de los derechos televisivos y patrocinios de la Copa América, el torneo de fútbol más antiguo del mundo y el último gran activo que le queda a la matriz del fútbol sudamericano.
Fuentes de la Conmebol confirmaron que la licitación será auditada por la consultora internacional Ernst & Young y servirá para adjudicar todos los derechos de la Copa América incluyendo la tradicional competencia de selecciones nacionales mayores, las divisiones menores, fútbol femenino y de playa a nivel continental.
La empresa adjudicada con esta licitación se encargará de venta y posventa de los derechos del principal torneo de selecciones de América del Sur que comenzó en el año 1916. Esto incluye derechos de televisación, auspicios, estáticas en los estadios de fútbol y patrocinios.
"Esta licitación marca otro gran paso en el nuevo rumbo de la Conmebol. Mediante un proceso profesional y competitivo, basado en méritos, seleccionaremos a una empresa especializada para realizar servicios de consultoría y gestionar la venta y posventa de los Derechos para la Copa América Brasil 2019, con el fin de cumplir nuestra misión institucional de proyectar el fútbol sudamericano a un nuevo nivel y optimizar los recursos para impulsar su desarrollo en todo el continente", aseguró Alejandro Domínguez, presidente de la matriz del fútbol Sudamericano.
El precio del pliego de bases y condiciones es de 10.000 dólares y los oferentes tendrán tiempo hasta el 13 de marzo para presentar sus propuestas.
Recordemos que en setiembre del año pasado, la Conmebol había adjudicado, también en licitación, al consorcio IMG-Perform, la comercialización del otro paquete de activos que tiene la Confederación que son la Copa Libertadores, la Copa Sudamericana y la Recopa por el periodo 2019-2022 (que actualmente en manos de FOX International Channels) y por el cual la matriz futbolera espera recibir unos US$ 1.400 millones.
Oscuros antecedentes
Es importante señalar que hasta el año pasado los derechos de la Copa América eran exclusivos del consorcio DATISA, un conglomerado formado por las empresas Traffic, TyC y Full Play, todas ellas incluidas dentro de la acusación de la Fiscalía de Estados Unidos en el caso FIFAgate, así como a sus dueños el brasileño José Hawilla, el argentino Alejandro Burzaco y los también argentinos Hugo y Mariano Jinkis, respectivamente.
A finales del 2017, el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez Wilson-Smith, había señalado en un comunicado público que se rescindía el contrato con DATISA debido a su vinculación con los hechos de corrupción denunciados por la justicia norteamericana.
Al mismo tiempo, Domínguez nunca explicó por qué pagó alrededor de US$ 40 millones al referido consorcio, luego de la Copa América Centenario, disputada en Estados Unidos en el 2016, ya que DATISA ni siquiera podía ingresar al país del norte por estar acusada en el FIFAgate.
No obstante, en recientes declaraciones a un medio radial de Paraguay, el presidente de la Conmebol dijo que "son los dueños los que tienen problemas con la justicia, no sus empresas", manifestaciones que arrojaron todo tipo de críticas hacia Alejandro Domínguez.
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