Las temperaturas glaciales de -5 grados centígrados, y una sensación térmica de -10° registradas durante la ceremonia que tuvo lugar en Corea del Sur no impidieron que Pita Taufatofua, abanderado de Tonga, hiciera suspirar a millones de féminas y, por qué no, a algunos hombres también.
Las imágenes de su fornido torso, aceitado para la ocasión, volvieron a hacerse virales alrededor del mundo. Pero el cálido clima vivido durante la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Verano en 2016 en Río de Janeiro no podía ser más opuesto al que marcaba el termómetro durante la apertura oficial de Pyeongchang 2018.
Pero más allá de lo anecdótico del simpático momento, los atletas olímpicos enfrentan estos juegos de invierno temperaturas muy crudas que podrían llegar a afectar gravemente su rendimiento si no toman las precauciones necesarias.
Mientras que los norteamericanos estrenan una nuevas parkas con un sofisticado sistema de climatización alimentado por sus propias baterías desarrollado por Ralph Lauren, diseñador del uniforme oficial del "Team USA", los canadienses presumen de sus propios pantalones para la nieve calefaccionados. Hay quienes recurren a métodos menos científicos como el chocolate caliente, favorito entre los noruegos.
Las condiciones son tan severas que el pasado sábado los organizadores tuvieron que demorar hasta último momento la decisión de llevar adelante o no una competencia de esquí cuesta abajo masculino, estipulada para el domingo, debido a las fuertes ráfagas de viento que se registraron según reportes del periódico The New York Times.
Fiel a lo que su nombre indica, los Juegos Olímpicos de Invierno deben desarrollarse en un contexto marcado por las bajas temperaturas, pero el caso particular de Pyeongchang supera incluso a los pronósticos más crudos, con una sensación térmica promedio que puede llegar a alcanzar los -18° gracias a las fuertes ráfagas de viento en zonas montañosas.
Algunos equipos recurren a métodos probados durante décadas, como el uso de vaselina para proteger a la piel expuesta. Pero una de las innovaciones de este año ha sido el uso de cinta de kinesiología, normalmente aplicada en distintas partes del cuerpo como la espalda y las piernas, en la zona del rostro expuesta a la intemperie.
El director del equipo italiano prefirió directamente evitar "el segmento de entretenimiento" del desfile de inauguración para no exponer a sus atletas. "Fue la primera vez que decidimos esto" dijo Danilo Di Tommaso al NYT. "Vancouver estaba cubierto de nieve, Sochi no fue tan fresco, Torino fue hermoso. En el pasado reciente nunca habíamos tenido este problema" agregó.
Otro de los dispositivos que más llama la atención, tanto de los fanáticos presentes como de los televidentes, es una especie de silbato que actúa como un "intercambiador de calor" conocido bajo la marca de "LungPlus". Su fabricante asegura que es indispensable en caso de encontrarse fuera al momento de correr, escalar, esquiar o cualquier otra actividad a bajas temperaturas.
Básicamente lo que permite el gadget es ejercitarse de forma mucho más sencilla sin empañar las gafas protectoras o mojarse el rostro. Además, el falso silbato ayuda a respirar mejor cuando se tiene un resfriado, tos o dolor de garganta.
El hecho de que colabora a aumentar la temperatura general del cuerpo sin lugar a dudas lo ha vuelto un objeto codiciado por atletas de equipos de todo el mundo en Pyeongchang. De cualquier manera, expertos aseguran que el riesgo de congelación o hipotermia continúa siendo relativamente bajo para los deportistas dado que las temperaturas deberían bajar hasta los -25°, cosa que, todavía, no ha ocurrido.
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