Una de las peleas más escandalosas del hockey sobre hielo se produjo este fin de semana en Estados Unidos en el partido entre los Toledo Walleye contra los Kansas City Mavericks de la liga ECHL (East Coast Hockey League).
Los jugadores de ambos equipos protagonizaron un vergonzoso episodio, mientras los 8 mil espectadores que se hicieron presentes en el Huntington Center, aplaudían y ovacionaban a los implicados.
Nadie se libró de los golpes. Hasta los arqueros se involucraron en la batalla que quedará entre las más salvajes y multitudinarias del 2018.
La octava victoria consecutiva de los Walleye por 5-0 quedó a un costado después del desafortunado momento que se vivió en la ciudad de Ohio. La trifulca empezó después de que el toledano Connor Crisp convirtió un "hat trick", durante el tercer período.
En ese momento, el alero de Kansas Garrett Klotz, molesto por la derrota parcial, azotó a un rival hasta que cayó al suelo, en donde continuó golpeándolo. Fue allí cuando empezaron a llegar uno por uno al centro de la pelea.
Hasta los arqueros Matek Machobsky y Mason McDonald, se hicieron presentes entre el tumulto de jugadores y comenzaron a golpearse entre ellos. "Fue una locura. Tuve que defender a mis compañeros de equipo. Eso fue lo que hice. Fue una carrera rápida. Estaba cansado cuando llegué allí, así que no fue una pelea realmente grande", reconoció el guardameta de los Mavericks.
A poco tiempo del final hubo un nuevo enfrentamiento y los fanáticos se volvieron locos. "Klotz debería ser suspendido por el resto del año. Creo que deberían suspenderlo. Es inaceptable, nuestra liga intenta deshacerse de la imagen de los años 80 y 90. Si esto va a continuar, seguiremos recibiendo malas críticas", remarcó el entrenador de Toledo, Dan Watson.
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