En los minutos finales del Super Bowl LII, hubo una jugada clave que aseguró el triunfo de los Philadelphia Eagles. Un robo a Tom Brady, máxima estrella de los Patriots, que significó un punto de inflexión en el triunfo por 41-33 del equipo que consiguió el primer trofeo Vince Lombardi de su historia.
El protagonista de la acción fue Brandon Graham, ala defensiva del elenco campeón, que llegó justo a tiempo por bloquear el brazo de Brady y quitarle la pelota de la mano. El novato Derek Barnett luego recogió el balón y todos celebraron como si se hubiera tratado de un touchdown.
Graham jugó un papel clave para que los Eagles recuperan la posesión y fue el culpable del primer "fumble" del quarterback estrella en los últimos 20 partidos de playoff.
Brady, de 40 años, más allá de ese fallo, lanzó más de 500 yardas y jugó un gran partido. Por ello, el gran mérito es de Graham, quien logró atrapar a uno de los mejores jugadores de todos los tiempos cuando quedaban solo 2 minutos por jugar.
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