El Tottenham Hotspur dio este miércoles el golpe definitivo al Manchester United y lo derrotó por un contundente 2-0, un resultado que, unido a la victoria del Manchester City sobre el West Bromwich Albion (3-0), deja la Premier League en bandeja a los de Pep Guardiola.
10,5 segundos pasaron entre el pitido inicial y el primer gol del partido, el tercero más rápido en la historia de la Premier League. En la primera jugada del encuentro, cuando muchas sillas de Wembley esperaban todavía a sus ocupantes, Eriksen inauguró el electrónico tras recoger en el área un balón largo que peinó primero Kane y después tocó Son y soltar un zurdazo que se coló por el palo izquierdo de la meta de De Gea.
Cuando todavía no se había cumplido la media hora, el amplio dominio del Tottenham tuvo su recompensa: los 'Spurs' se aprovecharon de la pasividad de la zaga en una gran jugada colectiva, en la que Eriksen abrió a la derecha a Trippier y éste sacó un centro lateral que Jones introdujo en su propia portería.
Al comienzo del segundo tiempo pareció despertar el United con un disparo de Lukaku ante el que Lloris sacó una mano salvadora para mantener a su equipo con la ventaja de dos goles.
Pero fue un mero espejismo, ya que ni con las entradas de Fellaini y Mata por Lingard y Pogba, respectivamente, pareció dar señales de vida el equipo de Manchester. Curiosamente, el centrocampista belga apenas duró siete minutos sobre el terreno de juego, ya que Mourinho lo reemplazó por Ander Herrera poco después de hacerle saltar a jugar.
Con este triunfo, el conjunto del norte de Londres se mantiene en quinta posición de la tabla, con 48 puntos, pero se queda a sólo dos del Chelsea, quinto clasificado, que este miércoles fue goleado en Stamford Bridge por el modesto Bournemouth (0-3).
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