No podían creer lo que estaba sucediendo. Cuando ocurrió, algunos padres pensaban que se estaban malinterpretando las técnicas del doctor, otros creían que sus hijos mentían y otros que estaban equivocados.
Finalmente, en el juicio, muchos rompieron en llanto al enfrentarse a Larry Nassar durante su sentencia. Con una culpa que les carcomía el alma, no podían entender cómo pudieron haber sido tan ciegos. "Nunca me liberaré de la culpa que tengo sobre esta experiencia", reconocía Anne Swinehart, una de las madres.
"De buena gana tomé mi tesoro más preciado en este mundo para ti, y tú le hiciste daño, física, mental y emocionalmente. Y ella solo tenía 8 años ", le recriminaba Swinehart directamente a Nassar.
Con el aval de los entrenadores, quienes aseguraban que el médico de 54 años era el mejor y que podía ayudar a sus hijas a lograr sus sueños, Nassar siempre pasó desapercibido, pese a los comentarios de los niños a sus padres.
Donna Markham reveló una conversación que tuvo con su hija Chelsea después de salir de una de las sesiones médicas. "Mamá, él me metió los dedos y no estaban enguantados", le dijo la pequeña de 12 años, al mismo tiempo que le suplicaba que no le dijera nada a Nassar por miedo a que se arruine su carrera de gimnasta.
Donna no le creyó y, después de consultar con otras madres, confirmó su postura hasta que varios años después descubrió la verdad. Chelsea abandonó la disciplina al poco tiempo de vivir aquella situación y, tras padecer un largo calvario, se suicidó en 2009. "Todo empezó con él, destruyó a nuestra familia. Pasé cuatro años de intensa terapia hasta que finalmente pude aceptar el hecho de que no fue mi culpa", sentenció entre lágrimas Donna Markham.
Kyle Stephens, quien tenía entre 6 y 12 años cuando fue víctima del abuso sexual, reconoció que sus padres no le creyeron cuando ella finalmente se los contó. Además la hicieron disculparse con Nassar. Cuando su padre se dio cuenta que estaba diciendo la verdad, se suicidó en 2016, en parte por la culpa que sentía por haberlo defendido.
Olivia Venuto, quien fue abusada desde el 2006 hasta el 2013, también reveló que sus padres no le creían, hasta le enviaban mensajes de apoyo a Nassar. Swinehart, madre de Jillian tampoco le creyó: "Traté de pensar que había una necesidad médica para ese tipo de tratamientos".
La jueza Rosemarie Aquilina, quien sentenció a Nassar a 175 años de prisión por abusar sexualmente de pacientes bajo la apariencia de tratamientos médicos, le dijo a los padres de las víctimas que no se sientan culpables, que fueron diversos factores los que ayudaron a ocultar la situación.
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