A 23 años de recibir la patada de Cantona, qué es de la vida del "arruinado" Matthew Simmons

El hincha del Crystal Palace que recibió la patada del ex delantero francés el 25 de enero de 1995 asegura que aquel incidente le cambió la vida. Su historia cuenta, sin embargo, varios episodios polémicos antes (y después) de aquella tarde histórica

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El calendario marcaba el 25 de enero de 1995 y el marcador los 48 minutos del partido que Manchester United le ganaba 1 a 0 al Crystal Palace por la 25° fecha de la Premier League, cuando Eric Cantona, la estrella de los Reds, le aplicó una descalificadora patada al defensor Richard Shaw. A partir de allí ocurriría una secuencia que quedaría grabada en la historia del fútbol con el francés como protagonista de una brutal patada a Matthew Simmons, el hincha que bajó 11 escalones para insultarlo y que a partir de entonces ya no fue dueño de su propia vida.

Matthew Simons, el hincha que recibió la histórica patada de Eric Cantona
Matthew Simons, el hincha que recibió la histórica patada de Eric Cantona

Apenas Cantona dio la patada a Shaw el árbitro Alan Wilkie le mostró la roja. El estadio Selhurst Park bramaba con los 18.224 aficionados presentes, entre ellos Matthew Simmons. El delantero tardó en dejar el campo de juego pero cuando lo hizo, decidió irse caminando en paralelo a la hinchada del Crystal Palace. Fue allí cuando su víctima lo detectó y corrió con vehemencia escaleras abajo…

Eric Cantona, tras cometer una falta sobre Richard Shaw(Getty)
Eric Cantona, tras cometer una falta sobre Richard Shaw(Getty)

Hay quienes dicen que lo hizo insultando ferozmente a la madre de Cantona, otros incluso afirman textuales: "Vete a tu país, francés de mierda". Simmons, claro, asegura no haber dicho nada de eso, sino apenas palabrotas. "Estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado. "Estaba yendo hacia el baño cuando lo vi acercarse. No es una gran excusa, lo sé, pero a veces la verdad es la más simple de las cosas. Le dije cosas, sí, pero nada de ofensas criminales ni las cosas que se han dicho", aseguró este hincha del Crystal Palace en una entrevista concedida al diario The Guardian.

Un guardia pone su mano en el pecho de Simmons Shaun Botterill/ALLSPORT
Un guardia pone su mano en el pecho de Simmons Shaun Botterill/ALLSPORT

Ni una cosa, ni la otra. Ahora bien... ¿Qué dijo este iracundo hombre?  "Fue tan trivial que ni siquiera puedo recordarlo. No fue nada ofensivo o grosero, eso es seguro", dijo.

Lo cierto es que desde entonces la vida de Simmons no fue la vida de Simmons sino la de "el hincha al que Cantona le pegó la patada". Perdió su trabajo, algunos de sus familiares dejaron de hablarle y hasta el día de hoy siente el acoso de la prensa. "Nada de lo que le dije justifica nada de lo que me ha pasado desde entonces. El propio Cantona me acusó de cosas tremendas. Él arruinó mi vida", aseguró.

Matthew Simmons
Matthew Simmons

¿Víctima? De Cantona sí, pero la vida de este icónico hincha del Crystal Palace acumuló capítulos polémicos antes, durante y después de aquel inolvidable 25/1/1995. Es que una vez que recibió la agresión del galo la prensa comenzó a indagar en su vida y descubrió que Simmons había participado de actos de extrema derecha y que se definía como racista.

Que en 1992 recibió una condena por un intento de robo en una estación de servicio, episodio en el que atacó con una llave inglesa a un empleado nacido en Sri Lanka.

Y que en 2006 cuando ya había pasado más de una década de la patada de The King y cuando parecía que Simmons había aprendido a manejar las consecuencias de aquella situación se topó con un entrenador de infantiles del Fulham llamado Stuart Cooper, quien había dejado a su hijo afuera de un partido, y sin dudarlo lo atacó a golpes. Llegó a darle al menos 10 trompadas en la cara según contó un testigo que participó del juicio al que lo llevó el propio Cooper en 2011.

(Getty)
(Getty)

¿Fue aquella agresión lo que le hizo tomar la decisión del entrenador de apelar a la Justicia? No. En 2010, un año antes, el destino o vaya a saber qué cuestión física hizo que Simmons y Cooper coincidieran en un estadio, donde el primero escupió e insultó al DT. Allí, entonces, éste accionó. Cuando le preguntaron al hincha por qué había hecho eso, intentó justificarse: "Él me miró de una manera tan amenazadora que parecía que me iba a atacar", dijo.

Hoy, cuando de la patada de Cantona se trata, Simmons resopla, no quiere hablar mucho más de aquello a lo que menciona como el incidente. Intentó vender su historia al diario The Sun y aseguró que cerró un acuerdo por unos cuantos miles de dólares pero el medio nunca le pagó. Agrega que no lo hizo solo por el dinero sino porque "lo que estaba sucediendo era un juicio por parte de los medios, así que pensé que debía expresar mi opinión".

Cuenta que aún espera una disculpa privada o pública de Cantona pero sabe que eso nunca ocurrirá. Cuando le preguntaron al francés si se arrepentía de haber pegado aquella patada, él dijo: "De lo único que me arrepiento es de no haberle pegado más fuerte".

Eric Cantona, en la conferencia de prensa que brindó tras el escándalo por la patada a Matthew Simmons
Eric Cantona, en la conferencia de prensa que brindó tras el escándalo por la patada a Matthew Simmons

Cantona fue sancionado con nueve meses sin poder jugar al fútbol de manera profesional, 120 horas de trabajo comunitario y casi 30 mil dólares de multa.

(Getty)
(Getty)

Matthew Simmons, en tanto, se sostiene con lo que genera en su trabajo como albañil. Tiene un hijo de 21 años pero no se trata con la madre. Aún intenta escapar de la patada de Cantona.

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