Las persianas bajaron abruptamente el 15 de enero. Erosionado por los escándalos que lo involucraron con las esposas de dos compañeros de Junior de Barranquilla (Roberto Ovelar, ya emigrado a Millonarios, y James Sánchez) Teófilo Gutiérrez tomó una decisión drástica: abandonó las redes sociales. Posteó distintos mensajes, en Twitter y en Instagram, anunciando la determinación.
En Instagram el mensaje fue más neutro: "Soy tan feliz! Gracias a todos por sus deseos, que Dios los Bendiga, fue un placer compartir con ustedes, me retiro de las redes sociales. #GloriaDios".
En Twitter fue más específico. Y justificó su desaparición del mundo virtual a partir de las críticas recibidas por las acusaciones de haber intentado seducir a Gladys Ortega (esposa de Roberto Ovelar) y Karina Cruz (pareja de James Sánchez). "He recibido insultos que han afectado a mi esposa y mis hijos, me voy con la consciencia tranquila", expresó.
El escándalo se encendió en noviembre de 2017: allí se hizo público el caso Gutiérrez-Ovelar-Ortega. Tal efervescencia mediática alcanzó que el atacante paraguayo se mudó con su familia a Bogotá para jugar en Millonarios. Antes, indicó en un comunicado que "el conflicto existió". El delantero colombiano, de 32 años, le echó la culpa del "contacto accidental" con Gladys Ortega a quien manejaba sus redes sociales. El acusado, por supuesto, lo negó.
Casi de inmediato surgieron las versiones que señalaban que Teófilo también había tenido un affaire con Karina Cruz, mujer del mediocampista James Sánchez. Incluso, los programas del corazón de Colombia acusaron a Teo de haber sido el tercero en discordia de la supuesta separación de la pareja. Tanto Sánchez como Cruz lo desmintieron y hoy aseguran que el lazo afectivo no se rompió.
Pero, sobre todo en las redes sociales, cada posteo de Gutiérrez tras el escándalo venía acompañado por insultos y críticas. En consecuencia, Teo bajó la persiana. Al menos por ahora…
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